SANTIAGO, República Dominicana.-El arzobispo de Santiago, Ramón Benito De la Rosa y Carpio,  dijo este domingo que el país tiene pendiente liberarse de la corrupción, así como los Padres de la Patria lograron la Independencia Nacional en 1844.

Expresó que además de la soberanía nacional, que se celebra en esta fecha, se requiere de la soberanía para librar al país de la corrupción, porque este aspecto, según señaló, oprime a los pueblos y les quita la libertad.

De la Rosa y Carpio dijo que en el país y el Gobierno hacen  falta personas como Duarte, que sean capaces de poner la patria por encima de sus beneficios particulares y, sobre todo, que no sean corruptos.

El prelado dijo que el interés de la sociedad por el dinero ha llevado a que se fomente la corrupción, por el sentido material que los individuos ponen en su accionar. Aconsejó a las generaciones jóvenes no dejarse arrastrar por el amor al dinero en el ejercicio profesional.

Sostuvo que la fecha patria del día de la Independencia Nacional es propicia para que el presidente Leonel Fernández Reyna evalúe a sus funcionarios, a fin de que -si es necesario- se hagan cambios para favorecer a la población.

"Creo que el presidente debe evaluar a su gente", advirtió el arzobispo al pronunciar el sermón del Tedéum, en la Parroquia de La Altagracia.

El mitrado dijo que es tiempo de que los ministerios del Estado presenten planes de soluciones concretas a los problemas que  afectan el país.

También  tocó el tema de la soberanía nacional, la cual aseguró aún depende de una liberación de problemas como la corrupción, la inseguridad y otros aspectos sociales que inciden de forma negativa en la formación de la familia dominicana.

Llamó a los militares a emular el ejemplo de Ramón Matías Mella, a quien consideró el primer gran militar dominicano.

"Tenemos que invitar a nuestras Fuerzas Armadas, para que sigan el ejemplo de Mella, puedan luchar por la soberanía de este país ahora frente a esos males, como la violencia y la delincuencia", expresó De la Rosa y Carpio.

Asistieron a la ceremonia las autoridades civiles y militares de la ciudad de Santiago y de la provincia, encabezadas por el alcalde Gilberto Serrulle y el gobernador Raúl Martínez.