SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El acceso a los suplementos vitamínicos y nutricionales debe ser considerado como un derecho de todos los ciudadanos. Es importante implementar políticas que garanticen una correcta distribución, acceso y uso. “Invitamos a todos los organismos involucrados para juntos velar por el uso eficaz de la medicina preventiva y asumirla como una práctica cotidiana a precio justo y accesible para todos los dominicanos”, indicó en un comunicado Juan Miguel Madera, vicepresidente ejecutivo de ARAPF.
El texto institucional destaca la importancia de la vitamina A, que contribuye al cuidado de la vista, del corazón, los pulmones y el riñón; de la B, que trabaja con el metabolismo y en la obtención de energía, y de la C que, aparte de su poder antioxidante y eficacia al reforzar el sistema inmunológico, promueve la curación, forma tejido cicatricial y ayuda al cuerpo a absorber el hierro.
La vitamina D, al igual que la C, añade el texto, repara y mantiene el cartílago, los huesos y los dientes, además, juega un papel importante en el sistema nervioso, mientras que la vitaminas E ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas y el envejecimiento, y la K optimiza los niveles de insulina y ayuda a que se coagule de manera correcta.
Leche materna
Abbott, a su vez, presentó en República Dominicana el producto que desde hace dos años comercializa en México, por ejemplo, donde se publicó una serie de comentarios y afirmaciones de expertos vinculados a la empresa: http://www.alimentacion.enfasis.com/notas/79089-presenta-abbott-gran-avance-cientifico-nutricion-infantil
Se trata de un producto que esta empresa asegura que incluye un nutriente clave de la leche materna que la ciencia logró reproducir y que, obviamente, no la reemplaza.
Este nutriente se llama HMO 2fl. Es un tipo de azúcar que está relacionada con la acción de los microorganismos positivos en el cuerpo del bebé, el bloqueo de la acción de los microorganismos negativos y la potenciación del sistema inmunitario.
La leche materna tiene varias decenas de diferentes componentes, siendo el más común la lactosa, luego las grasas y posteriormente un grupo de azúcares llamados oligosacáridos, conocidos como oligosacáridos de la leche humana (HMO, por sus siglas en inglés).
De los HMO se conocen más de 150 tipos en la leche materna, pero los más comunes son los llamados HMO 2FL, que tienen muchas propiedades beneficiosas para los infantes.
Los investigadores de Abbott han participado en varios estudios sobre el HMO 2FL, entre ellos uno reportado en 2016 por la División de Neurociencias de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla: https://www.upo.es/diario/ciencia/2016/12/identifican-un-prebiotico-que-facilita-el-aprendizaje-y-la-memoria-mediante-su-actuacion-sobre-el-eje-intestino-cerebral/
Posteriormente, en un estudio publicado en la revista The Journal of Nutrition el 1 de enero de 2017 se lee que “la cuantificación de los oligosacáridos de la leche humana (HMO) es un reto debido a la complejidad estructural y la falta de estándares”: https://academic.oup.com/jn/article/147/1/117/4584699