La octava Sala Penal del Distrito Nacional aplazó para el jueves 25 de febrero el juicio que se conoce por la demanda incoada contra cinco periodistas por parte del sacerdote de la Iglesia Católica, Manuel Ruiz.

El tribunal tomó la decisión luego de que la defensa solicitara la inadmisibilidad de la acusación presentada por el querellante, ya que no fue la misma que se le notificó.

Según explicaron los abogados Nassef Perdomo y Laura Acosta Lora, el documento que solicitó el querellante para hacer acto de lectura no poseía los mismos datos e informaciones del que les notificó tiempo antes.

“Tras hacer lectura de aproximadamente una hora de dicha acusación, nos percatamos que variaba en la lectura del escrito lo cual debe ser calificado como deslealtad al proceso”, indicó Acosta Lora al juez Teófilo Andújar.

En tanto, el abogado querellante señaló que había sido un error el haberse traspapelado los documentos que tenía sobre el escritorio, pero que no variaba en su totalidad.

“Admito que fue un error y lo dije en voz alta de que estaba leyendo un borrador del cual me auxiliaba, no lo negué”, resaltó.

Pidió que nueva vez se le diera la oportunidad de leer la acusación ya que no fue un acto malintencionado, solo que a su criterio no habría ninguna diferencia entre ambas.

Posteriormente, la defensa advirtió que lo ocurrido se podría calificar como doble persecución contra los periodistas acusados de difamación Marino Zapete, Altagracia Salazar, Diana Lora, Franklin Guerrero y Juan Tomás Dottin Reyes.

Asimismo, los acusados criticaron valoraron lo sucedido como una forma de engañarlos para que no se pueda hacer un juicio limpio.

En el mes de diciembre del pasado año Laura Acosta había condenado el hecho de una supuesta táctica dilatoria del proceso, por parte del acusador.

En dicha fecha se emitió un aplazamiento debido a la solicitud de la parte de la defensa, ya que requerían la asistencia de un elemento clave que solo podría ser citado por las autoridades.

Además de que la notificación del conocimiento del juicio se llevó a cabo en horas de la tarde del pasado miércoles en horas de la tarde, lo que impidió la requerida preparación de la parte.

Parte de las acusaciones contra los comunicadores se centran en los supuestos comentarios emitidos por estos sobre los casos de las violaciones de niños cometidas por el exnuncio Joseph Wesolowski, en la capital, y el sacerdote Wojciech Waldemar (padre Alberto Gil), en la comunidad de Juncalito, las cuales fueron comprobadas. En Polonia, a Wocjciech se le abrió una investigación. Por su lado, Wesolowski fue hallado muerto en Roma cuando estaba en proceso judicial.