SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Corte de Apelación de la Fiscalía de la provincia, aplazó para el viernes 20 de febrero la audiencia de revisión de coerción contra los imputados acusados de asesinar a las jóvenes Natasha Sing y Suleika Flores, el pasado 7 y 28 de abril del año 2013.
Tras 10 meses de apelaciones, el tribunal volvió a aplazar la audiencia donde el Ministerio Público solicitaría se declarara compleja la investigación por la gran cantidad de imputados involucrados.
También la declaración de caso complejo, según explican los abogados de la familia Sing, procede a unas consecuencias judiciales, entre ellas que se aumenten los plazos para continuar las investigaciones y así poder presentar los correspondientes actos conclusivos para un juicio de fondo.
Sanhy Dotel, acusada de ser la autora intelectual del hecho en que fue asesinada Natasha en confusión con Suleika, quien también fue muerta 20 días después, recibió una medida de coerción de 3 meses
Suleika Flores fue asesinada supuestamente por una orden de la esposa de su ex jefe, Sanhy Dotel, por varios motivos hasta ahora no comprobados; entre ellos celos y que Flores conocía una serie de información de acciones fraudulentas de la compañía donde laboraba.
Mientras, Natasha Sing murió tras ser confundida con Flores cuando salía de su vivienda y se dirigía en su vehículo con dirección a su trabajo.
Sanhy Dotel, acusada de ser la autora intelectual del hecho en que fue asesinada Natasha en confusión con Suleika, quien también fue muerta 20 días después, recibió una medida de coerción de 3 meses.
Dotel Ramírez habría pagado la suma de 400 mil pesos por la muerte de Suleika, pero como los sicarios le quitaron la vida a Natasha por error de dirección y fotografía, se vio precisada a pagar otra vez la misma cantidad, llegando a pagarles 800 mil pesos, según el expediente.
Tanto Suleika como Natasha residían en mismo complejo habitacional, Vereda Tropical, una frente a la otra. Suleika vivía en el apartamento 2D del edificio 7, mientras que Natasha habitaba en el apartamento 3A del edificio 4.
Su esposo Julio Cepeda Ureña le fue dictado un año de prisión, al igual que a los inculpados por sicariato, Amaury Soriano García (Nevado) y Luis Abel Mariano Pérez (Luisito).
Los demás implicados, Francis Fermín y Jesús Benítez, el tribunal de Atención Permanente de la provincia les dictó 3 meses de prisión preventiva por su participación en los asesinatos.
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