Aníbal de Castro, embajador de la República Dominicana a los Estados Unidos, dijo el lunes que si los EE.UU. optaran por negar la ciudadanía a los hijos nacidos de inmigrantes dominicanos indocumentados, él respetaría la decisión.

En septiembre, un tribunal de la República Dominicana falló que los hijos de inmigrantes haitianos indocumentados no serían elegibles para la ciudadanía.

“La pregunta es ¿cómo reaccionaría usted si hicieran exactamente lo mismo aquí; lo mismo aquí en los Estados Unidos, a los inmigrantes dominicanos? ¿Estaría bien eso?" preguntó Jorge Ramos, de Fusión, a De Castro .

“Bueno, si esa es la decisión de un Tribunal Supremo estadounidense, yo tendría que respetar eso”, dijo de Castro.

Se estima que 200,000 personas que viven en la República Dominicana son de ascendencia haitiana, y los grupos internacionales de derechos humanos han expresado su preocupación de que la ciudadanía de muchas de esas personas pudiera estar en peligro debido a la sentencia.

El fallo sorprende por su alcance, pero quizá no tanto por su tono.

Mientras que Haití y la República Dominicana comparten una sola isla, conocida como La Española, existen viejas tensiones en cuanto a los inmigrantes haitianos que viven en la República Dominicana.

Muchos inmigrantes haitianos laboran en empleos de bajos ingresos en la República Dominicana, como las plantaciones de caña de azúcar del país. Esos trabajadores suelen ser segregados en barriadas conocidas como “bateyes”.

El historiador Edward Paulino dijo a The New York Times en octubre que parte de la razón de la incómoda relación entre haitianos y dominicanos es que Haití es un país que optó por abrazar la historia de la rebelión contra la esclavitud, mientras que los dominicanos, por otra parte, se identifican más fuertemente con colonizadores españoles.

“La República Dominicana está en una encrucijada en este momento sobre la interrogante: ‘¿Qué significa ser dominicano en el siglo XXI?'", dijo Paulino. “(RD) es un país de inmigrantes, pero ningún otro grupo es como los haitianos, que llegaron con el bagaje cultural de una historia de orgullo negro a un país que eligió identificarse con la élite europea”.

De Castro dijo el lunes que la decisión es en realidad una vía para que las autoridades dominicanas den estatus legal a los inmigrantes haitianos indocumentados.

“Creo que abrieron la puerta para la regulación de todos los extranjeros que viven en el país”, dijo De Castro. “Serán tratados de manera humanitaria, se les dará la oportunidad de tener un estatus regular en el país, y más adelante, si lo desean, podrán solicitar la nacionalidad dominicana. Creo que este es un caso único en el mundo; no creo que muchos países en el mundo estén haciendo eso. Tratando de dar una solución a la población extranjera indocumentada en sus territorios".

Ben Fox, un reportero de Prensa Asociada que ha estado cubriendo la historia, dijo que la decisión aun podría causarle problemas a los inmigrantes haitianos.

“Creo que la preocupación en este caso, que es compartida por mucha gente, es de qué forma se está interpretando esta sentencia en el terreno, no necesariamente al nivel de embajador”, respondió Fox. “Creo que hay informes consistentes que salen de la gente que dicen que se les están negando documentos por los burócratas, y que están siendo detenidos por los soldados en las paradas de autobuses que interpretan la ley como les parece".

Ramos le preguntó a Fox si la sentencia haría más difícil para las personas de ascendencia haitiana vivir en la República Dominicana.

"Parece que ahora estamos viendo eso", respondió.

Ver la entrevista en inglés aquí:

http://fusion.net/america_with_jorge_ramos/story/ambassador-dominican-immigration-policies-arent-double-standard-235395