Panamá, 25 jun (EFE).- En las vertientes del Pacífico y el Atlántico de Panamá, una infraestructura de magnitudes colosales dará paso a una nueva ruta marítima, y su inauguración, el próximo domingo, está marcada en la agenda de los panameños con expectativa inaplazable.
En apenas un día, el portacontenedores Cosco Shipping Panamá hará el tránsito inaugural de la ampliación del canal de Panamá ante la mirada de más de 20.000 personas y representantes de diversas partes del mundo, quienes estarán presentes en las esclusas de Agua Clara, en el Atlántico, y Cocolí, en el Pacífico.
Ese histórico momento por fin se hará realidad para los 4 millones de panameños, que mediante un referendúm el 22 de octubre de 2006 dieron el "Sí" a la ejecución de la obra, infraestructura que permitirá el paso de buques con tres veces más carga que los que pasan por la vía actual.
La relevancia es tal, que la Autoridad del Canal de Panamá ha realizado un arduo trabajo para asegurarse que todos puedan ver el cruce del buque a nivel nacional.
Estas facilidades incluyen la entrega de 20.000 boletos gratuitos para presenciar la inauguración del nuevo carril de esclusas, una tarima en el paseo marítimo de la ciudad de Panamá, con transmisión directa, y la cobertura en vivo por las redes sociales de la ACP.
Para la panameña Flor Alonso, quien cuenta con un boleto para asistir a la ceremonia, la travesía del domingo será un orgullo nacional.
"Esta obra nos traerá más ingresos económicos y oportunidades de trabajo para los panameños y extranjeros", dijo a Efe.
Mientras que el turista venezolano, Carlos Gómez, consideró que la ampliación de la vía acuática es una virtud que significa ingresos para el país.
Aunque él no asistirá al primer día de esclusaje, espera conocer algún día la nueva obra de ingeniería moderna que a su juicio es una maravilla del país, relató en declaraciones a Efe.
Además de sus beneficios al comercio mundial, esta obra hace resurgir el orgullo patriótico panameño, tras la larga historia de lucha del país por su Canal.
Un punto épico es la firma de los tratado Torrijos-Carter el 7 de septiembre de 1977, que devolvieron la soberanía a Panamá después de 96 años de colonización de la bandera de Estados Unidos; una utopía que se hizo realidad con el traspaso el 31 de diciembre de 1999, en las oficinas del edificio de la ACP.
Tras el referéndum en el 2006, la ACP eligió al consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), compuesto por la española Sacyr, la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA, para emprender la odisea de construcción del tercer juego de esclusas, a un coste inicial de 3.118 millones de dólares.
Nueve años después del inicio de las obras, el conteo regresivo para la inauguración de la ampliación ya inició, tal como lo anuncian las vayas publicitarias colocadas en la capital, el bombardeo mediático y las tertulias de millones de personas, un recordatorio inminente que invita a un pueblo a unirse a un nuevo hito histórico.
El acontecimiento más esperado en los últimos años también se ha posicionado en campañas publicitarias de distintas marcas y en periódicos y medios de comunicación, que aprovechan para hacer alusión al importante evento.
El diario berlinés Panamá América, por ejemplo, incluyó en su tiraje diario separatas coleccionables los días previos a la inauguración.
También es el caso de la elaboración de un portafolio titulado "28 Lustros de un Canal Conectando al Mundo" con motivo de la inauguración del tercer juego de esclusas, realizado por la ACP y la editorial Ediciones Balboa.
Así como la presentación de un reloj de lujo de la marca "Bulova" de edición limitada bajo el lema "Ampliación del Canal".
No es primera vez que la ACP y otros grupos realizan detalles emblemáticos. Para el centenario de las primeras esclusas, en 2014, la Administración celebró bajo el lema "100 años con compuertas abiertas al orgullo".
Además, se crearon una fragancia de nombre "Canal" y monedas de veinte balboas (equivalente al dólar) y de veinticinco centavos, de emisión corriente, en alusión al período.
A menos de 48 horas del gran día, la contratista entregó oficialmente a la Autoridad del Canal el nuevo juego de esclusas. Cada una tiene 427 metros de largo por 55 metros de ancho y 18,3 metros de profundidad, y requirieron un total de 4,4 millones de metros cúbicos de hormigón para su construcción.
Ya en manos de los panameños, solo toca esperar el momento para unir al mundo por segunda vez, como lo hiciese el 15 de agosto de 1914 el "Vapor Ancón", primer barco que cruzó la ruta interoceánica, obra que significa para este país sacrificio, honor y patria. EFE