SANTO DOMINGO, República Dominicana.- “Amenazar penalmente a la mujer no la desalienta”, indica la experta en derechos civiles Agustina Ramón Michel al referirse a las interrupciones de un embarazo por parte de las féminas en América Latina.

“Cuando una mujer toma la decisión de interrumpir un embarazo es que las condiciones son lo suficientemente graves para que decida eso, ya que no es grato realizarse un aborto”, argumenta la representante legal del Consorcio Latinoamericano contra el Aborto Inseguro (CLACAI).

Manifiesta que la política criminal no impide que las mujeres no interrumpan sus embarazos, sin embargo genera un impacto en la muerte y morbilidad provocando problemas de salud físicos.

Según explica, otra de las consecuencias que genera un aborto inseguro es el aumento de niños y niñas huérfanos por la muerte de sus madres en un proceso de interrupción de un embarazo en su mayoría con malformaciones o que agudizan alguna enfermedad.

“Hay madres que toman la decisión de tener hijos en las peores condiciones y respetamos esa decisión, pero tenemos que confiar en la decisión de la mujer si por algún motivo quiere interrumpir un embarazo”, explica Ramón Michel.

Reprocha argumentos que insinúan la despenalización del aborto provocaría un aumento sin fundamentos de las interrupciones de embarazos. “Tenemos que dejar de pensar en las mujeres como mentirosas e irresponsables, la decisión de interrumpir un embarazo también es de responsabilidad porque en realidad se está pensando igualmente en otras personas, que es la hija e hijo vivos”.

"Muchos de estos embarazos son deseados, queridos, incluso planificados y que por algún problema de salud ese embarazo pone en peligro la vida de la mujer y ella con mucho dolor decide interrumpirlo"

La experta legal asegura que la despenalización del aborto solo traería consigo un mejor servicio de la salud para las mujeres, las cuales también podrían recibir una educación sexual sin censuras que la prepararía para otro proceso de gestación en el futuro o prevenirlo si fuese necesario.

“Una mujer que tiene abierta las puertas a los servicios de salud y va a interrumpir un embarazo en caso de violación recibe ahí atención sobre la violencia sexual que sufre, información sobre anticonceptivos como la colocación de un DIU y las pastillas anticonceptivas; y sí así lo requiere, también apoyo psicológico”, detalla.

Manifiesta que un aborto seguro reduciría la cantidad de interrupciones que se generan a diario, al igual que las mujeres podrían evitar embarazos debido a que serían educadas y recibirían una mejor educación sexual.

Señala que en Argentina, país del cual proviene, la última estimación realizada por el Ministerio de Salud indicó que se llevan a cabo aproximadamente medio millón de abortos al año, lo que significa que ocurren más de 2 abortos por cada nacimiento vivo.

“Esto no es una buena herramienta si lo que queremos es proteger la vida, pero para esto primero pensemos en las mujeres porque son estas las que realmente protegen la vida”, destaca Ramón Michel.

Dice que la despenalización en los causales malformación, violación sexual y enfermedad del Estado dominicano aprobado el 19 de diciembre del año 2014, tiene que ver con razones de tipo humanitaria, de tomarse en serio la vida de las mujeres e impedir una muerte más de una mujer o un padecimiento físico más de una mujer.