Aldeas Infantiles SOS abogó este miércoles porque se frene el abuso físico, emocional, sexual, trato humillante y negligente hacia los niños, niñas y adolescentes.

Al conmemorarse el Día Nacional de los Derechos de la Niñez, la organización especialista en cuidado alternativo y fortalecimiento familiar indicó que, pese a los esfuerzos realizados en los últimos años por diversas organizaciones y el Estado, la violencia contra la infancia sigue siendo uno de los principales retos que impide la garantía de sus derechos.

Citó que, en 2019, por ejemplo, un 64 % de los niños y niñas sufrió algún tipo de disciplina violenta según la Encuesta Nacional de Hogares con Propósitos Múltiples (ENHOGAR-MICS). Esta cifra era de un 67% en 2017 (Unicef).

“Hemos avanzado, pero aún constituye un gran reto educar a la población en cuanto a crianza positiva”, planteó la organización que impacta a más de 650 niños y niñas en Los Mina, Santiago, Los Jardines del Norte y Barahona.

Recordó que los niños y niñas que son disciplinados con violencia tienen mayores limitaciones para insertarse socialmente y tendencia a reproducir este tipo de patrones con otros niños y con los adultos de sus comunidades.

Asimismo, expresó la necesidad de impulsar con mayor fuerza políticas que protejan a la niñez y adolescencia de cualquier forma de abuso en todos los entornos en donde se desenvuelvan: en la escuela, en su comunidad y en su familia.

En este sentido, dijo que el 19% de los casos de abuso sexual estudiados por el Instituto de Sexualidad Humana de UASD en el 2014 fueron incesto.

Llamado a garantizar entornos protectores y seguros

En el marco de su campaña de protección infantil Yo Te Cuido, la entidad manifiesta que el maltrato infantil afecta la salud física y mental de los niños, niñas y adolescentes, perjudica su habilidad para aprender y socializar, y más adelante, interfiere de forma negativa en su desarrollo como adultos.

En los casos más extremos, la violencia contra los niños puede producir la muerte. Sin embargo, plantea que es posible evitarla y estamos en el deber de impedir que continúe repitiéndose y propagándose y así contribuir a la generación de entornos protectores y seguros. Esta conmemoración es un buen momento para analizar las brechas que aún persisten en la protección y así visibilizar la importancia de brindar atención especial a la situación de la niñez y a la búsqueda de soluciones conjuntas para lograr su bienestar.