Los vecinos de Coripe dicen que no fue racismo la quema de muñeco de Ana Julia Quezada
Sevilla, 6 jun (EFE).- (Imagen: Juan García-Chicano) El alcalde de Coripe (Sevilla), Antonio Pérez, que ha declarado hoy ante la Fiscalía tras la denuncia por un delito de odio, ha insistido en que en la fiesta en la que fue quemada la figura de Ana Julia Quezada, la asesina del niño Gabriel, no hubo racismo ni xenofobia.
Pérez fue recibido a su llegada a los juzgados en Sevilla por cerca de un centenar de vecinos de su municipio que portaban una pancarta den la que se leía "Coripe no es racista" y que con aplausos defendían la inocencia de su alcalde.
En declaraciones a los periodistas tras declarar en la Fiscalía, Pérez ha dicho que con la quema de la figura de un personaje en la fiesta de Judas el Domingo de Resurrección lo que se pretende es "matar el mal", y en este caso el mal estaba representado por la asesina del niño Gabriel Cruz en Almería.
Según el alcalde, en la quema de Judas han sido representados "miles de políticos, banqueros, árabes y todo tipo de personajes".
Ha añadido que el día de la celebración no identificó a ninguna persona que profiriera insultos o alguna forma de "vejaciones racistas y violentas" como asegura la denuncia presentada por el Movimiento Contra la Intolerancia, que adjuntó vídeos de esta fiesta.
Se trata de una fiesta que se celebra cada año los Domingos de Resurrección y que consiste en tirotear a un muñeco hecho de trapo y paja que representa a un personaje conocido que haya destacado por haber realizado alguna mala acción en el que se esconde un poco de gasolina hasta que comienza a arder.