Washington, Estados Unidos.- Al menos ocho personas han sido reportadas como desaparecidas en la zona afectada por el incendio Dixie, el tercero más grande en la historia de California que arrasó esta semana con la pequeña población de Greenville, informaron este sábado medios locales.

Según la cadena Fox News, que cita a la Oficina del Sheriff de Plumas, cinco de las personas cuyo paradero es desconocido son de Greenville, dos de la población de Crescent Mills y una de Chester, todas ubicadas en ese condado estadounidense.

La versión periodística señaló que previamente habían sido localizadas otras 16 personas declaradas desaparecidas.

El incendio Dixie, que comenzó el pasado 14 de julio, ya ha consumido 175.962 hectáreas, informó hoy el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire).

El crecimiento de Dixie en los últimos días ha sido muy rápido y alarmante: el miércoles era el undécimo incendio más grande de la historia de California, el jueves escaló hasta la sexta posición y el viernes llegó al tercer puesto.

Ante el avance de las llamas, los más de 5.200 efectivos de los servicios de emergencia solo han podido contener este incendio en un 21 %, una cifra que ha decrecido con respecto al 35 % del viernes.

Sin embargo, Cal Fire atribuyó la variación en el porcentaje de contención "a un mejor mapeo" de la zona.

Cal Fire indicó que en los valles del frente occidental del incendio hubo un cambio en el patrón del clima, con temperaturas más frías y neblina sobre la región. En la fachada este de las llamas, esta variación meteorológica puede ayudar a moderar el comportamiento del fuego, indicó ese departamento.

Dixie dejó entre el miércoles por la noche y el jueves unas escenas terribles a su paso por Greenville, una pequeña población de más de mil habitantes que fue prácticamente arrasada por las llamas.

En total, Dixie ha destruido 184 edificios y 84 estructuras menores, según el recuento oficial de Cal Fire.

En California, el pico de la temporada de incendios se produce habitualmente entre septiembre y noviembre, por lo que todavía quedan varios meses de mucho peligro. EFE