Saná, Yemen.- Al menos 21 civiles murieron, entre ellos dos niños, el sábado por los impactos de un misil balístico y un dron lanzados por los rebeldes hutíes del Yemen en una zona residencial de la ciudad estratégica de Marib, tras un nuevo recuento de víctimas, informó la agencia oficial de noticias Saba.

Según Saba, controlada por el Gobierno yemení reconocido internacionalmente, la cifra de fallecidos ascendió de los 14 sobre los que informó el sábado a 21, un nuevo recuento en el que se han registrado las muertes de dos niños de cinco y diez años.

De acuerdo con la versión gubernamental, misil y el avión tripulado, cargado de explosivos, cayeron en una gasolinera en la que había una fila de vehículos esperando para repostar en el barrio de Al Rawda, en el norte de Marib.

El lugar, de acuerdo con la información, fue alcanzado primero por un misil que provocó que siete coches que estaban en la fila se incendiaran y, cuando algunas ambulancias habían acudido para atender a los heridos, llegó el impacto del dron.

Por su parte, la Embajada de Estados Unidos en Arabia Saudí condenó la acción y dijo también que otro ataque con un dron tuvo como objetivo una ambulancia que se dirigía a la zona de impacto para atender a los heridos.

Hasta el momento, los insurgentes hutíes no han reivindicado el ataque.

Marib (centro) es la capital de la provincia homónima, rica en petróleo y gas y estratégicamente situada entre la capital, Saná, bajo control hutí, y el norte y el centro del país, es objetivo desde el pasado febrero de una ofensiva de los rebeldes.

En los últimos meses ha sido escenario de intensos combates entre este movimiento chií, que cuenta con el respaldo de Irán, y el Ejército, apoyado por las tribus locales.

Los hutíes controlan con amplias zonas del norte y el oeste del Yemen, incluida Saná, desde finales de 2014 y principios de 2015, cuando empezó una guerra que se agravó con la intervención de una coalición de países árabes encabezada por Arabia Saudí en apoyo del Gobierno. EFE