Santo Domingo, 30 may (Mercedes Zaragüeta/EFE).- La República Dominicana ha dispuesto hoy un amplio dispositivo nacional para eliminar los criaderos del mosquito que transmite el virus chikungunya, en el marco de las medidas del Gobierno para enfrentar la enfermedad, que por primera vez llegó a una de las islas de mayor tamaño en el Caribe.

Y es que, según expertos internacionales, lo que pase en La Española, conformada por dos países con presencia del chikungunya -República Dominicana y Haití-, cuyo territorio cuenta con unos 20 millones de habitantes, va a ser muy importante, ya que marcará una directriz sobre lo que hay que hacer en otros países de la región.

El chikungunya es endémico en el sudeste asiático, África y Oceanía, pero emergente para la región de las Américas y los casos sospechosos de la enfermedad en la República Dominicana han alcanzado números alarmantes: 38.639 desde febrero pasado, según los datos oficiales.

De ahí que se desplegara la jornada de hoy, en la que participan cerca de 400.000 empleados públicos y donde grupos de voluntarios visitan cada casa del país a fin de orientar a la población y destruir contenedores de agua que puedan convertirse en criaderos del mosquito "aedes aegypti", también transmisor del dengue.

Para enfrentar la enfermedad, las autoridades dominicanas también mantienen contacto y colaboran con instituciones como la Organización Mundial la Salud (OMS-OPS), los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y diferentes agencias de cooperación.

Por su parte, Haití, cuando se confirmó la presencia de chikungunya en el territorio, anunció el desarrollo de un plan de acción en el que se luchará contra los vectores de la enfermedad y en el que habrá procesos de fumigación y campañas de sensibilización, entre otras acciones.

La coordinación internacional y la colaboración es una de las reacciones claves para enfrentar una epidemia que se propaga bastante rápido y que la gran dificultad que presenta es controlar una población de mosquitos en un país tropical.

En este sentido, la OPS, organización que dio la alerta de la aparición del virus en la región, está articulando esfuerzos, compartiendo información, capacitando a la población y mantenido tres reuniones a nivel regional sobre chikungunya para compartir sus experiencias en los diferentes países con transmisión del virus.

Según la Dirección General de Epidemiología dominicana, el virus tiene transmisión autóctona en 15 territorios en las Américas: Anguila, Antigua y Barbuda, Dominica, Guadalupe, Guayana Francesa, Haití, Islas Vírgenes británicas, Martinica, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Bartolomé, San Martín (parte francesa), San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y San Martín.

En las Américas, el número de casos sospechosos notificados hasta ahora rondan los 70.000, incluidos 13 fallecimientos relacionados, y en la República Dominicana, la Dirección General de Epidemiología ya ha señalado 26 provincias con brotes sospechosos de chikungunya y seis con el brote confirmado.

En este sentido, entre la ciudadanía dominicana asoma la preocupación de que la epidemia haya llegado para quedarse. Sin embargo, José Moya, epidemiólogo de la OPS en la República Dominicana, descartó esto.

"Es una epidemia que va a afectar unas semanas más, no tenemos ningún elemento para decir que viene para quedarse, sería muy prematuro", y recordó que hace poco más de dos meses que el país tiene en circulación el chinkungunya.

El mosquito aedes aegypti se reproduce en agua acumulada, desde floreros hasta recipientes en los basureros y en grandes contenedores del líquido.

El objetivo del dispositivo nacional es frenar precisamente al chikungunya, pero los expertos sostienen que hay que hacerlo de manera continua, con mucha responsabilidad y apoyo de la población.

Desde que en diciembre de 2013 se detectó por primera vez la transmisión autóctona del virus chikungunya en la región, el Gobierno dominicano venía desarrollando un plan de preparación y respuesta.

Asimismo, El Ejecutivo está cumpliendo con las recomendaciones internacionales para enfrentar la situación y desde su aparición en febrero en la República Dominicana se han tomando toda una serie de medidas para evitar la reproducción del mosquito. EFE