El paciente, que ya regresó a la República Dominicana, fue operado el pasado 23 de noviembre por un equipo multidisciplinar del Hospital de Torrejón de Ardoz, en la región de Madrid, informó hoy el centro sanitario según un despacho de la Agencia EFE.

La dolencia era un tumor benigno formado por vasos sanguíneos y tejido fibroso con riesgos muy elevados de cirugía debido, en este caso, al gran tamaño y situación del mismo, lo que ponía en riesgo la vida del muchacho.

La única opción ofrecida al adolescente en Santo Domingo fue la quimioterapia paliativa, sin ninguna alternativa quirúrgica, por lo que la ONG Nuestros Pequeños Hermanos se puso al habla con el Hospital de Torrejón para la valoración de la patología, asegura la nota de EFE fechada en Madrid.

Los especialistas médicos se decidieron por una cirugía endoscópica, poco invasiva, a través de la nariz, que resultó ser un éxito. El paciente recibió el alta cinco días después.

El equipo médico estuvo encabezado por la doctora Nieves Mata, jefa de Otorrinolaringología del Hospital de Torrejón; y Alfredo García Fernández, jefe de Otorrinolaringología del Hospital 12 de Octubre de Madrid.

"Es muy estimulante enfrentarte a estos retos y sobre todo colaborar con ONG que permiten mejorar la vida de niños que no cuentan con recursos o con las opciones médicas necesarias", dijo la doctora Mata.

Sobre la ONG, su página web https://www.nph-republicadominicana.org/ws/news/index.php?org=30 revela que, además de República Dominicana, tiene casas en otros ocho países latinoamericanos (México, Honduras, Haití, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Perú y Bolivia), "donde más de 18,700 niños se han criado en la familia”.

Actualmente “más de 3 300 niños/as son cuidados en un ambiente de amor y seguridad”, se lee en la página que relata cómo nació esta ONG: “En 1954, un niño fue arrestado por robar la caja de limosnas de una parroquia en Cuernavaca, Morelos, México. Un joven sacerdote, de los Estados Unidos, Padre William Wasson, no estuvo dispuesto a presentar cargos contra el joven; en lugar de hacerlo pidió la custodia del muchacho. Una semana después el juez le mandó ocho muchachos desamparados más. Al final del año, ya había 32 niños”.