En solidaridad con los colegas del grupo de Noticias SIN, Marino Zapete, Alicia Ortega y Fernando Hasbún, reproducimos a continuación el siguiente comentario editorial:
¡No desacreditarán reputación del Grupo SIN!
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Apropiándose indebidamente del tiempo que debe dedicar a sus obligaciones, pues es un funcionario del Gobierno y usando las facilidades del IDECOOP, su flamante director, Pedro Corporán se ha convertido en el difamador público número uno, si es que vale el título y no le queda demasiado grande.
Con la torpeza de una especie primitiva y sin la coherencia y organización que éstos exhibían en su pasado, con una definida organizaciónn zoológica por su comportamiento e instintos, Corporán en cambio se mueve como un espécimen extraño y herido, que gime dando alocados zarpazos a diestra y siniestra.
Como no ha podido obtener ganancia de causa en los tribunales para probar su falsa imputación de que fue objeto de difamación por parte de nuestro compañero y amigo Marino Zapete, la ha emprendido ahora contra Fernando Hasbún, presidente del Grupo SIN, con acusaciones que sólo vomitan los espíritus poseídos, venenosos y perturbados.
La actitud de este funcionario obedece a un claro intento de chantaje, para silenciar a los periodistas responsables y críticos del derecho indeclinable que tienen de abordar, sin favor ni temor, todos los temas de interés general
Es obvio está falta de oficio, como suele decir el pueblo con su lenguaje y sabiduría para referirse a los vagos de profesión, a este tipo de caricaturas de la política vernácula, con perdón de antemano para aquellos que con toda razón podrían decir, ¡Alicia, bájale algo, juntos pero no revueltos!.
Este triste célebre personaje debía dirigir sus dardos envenenados hacia otro lugar, hacia gente sumida como él en la injuria y la perversidad, en lugar de presentarse como víctima de una supuesta difamación, que él debía dilucidar con la Cámara de Cuentas, porque en una auditoria ese organismo lo responsabilizó de un manejo irregular de fondos por más de 300 millones de pesos en el IDECOOP.
Que gran paradoja la que se da con este sujeto, desvergonzado y atrevido, que pretende desacreditar la honra y reputación de SIN y sus ejecutivos, mientras insiste en haber sido difamado por citar lo que salió a relucir en el experticio oficial. Claro está, que se trata de un ejercicio inútil y fallido, porque no ofende quien quiere, sino quien puede y este individuo está descalificado para interactuar con gente decente y honorable. Sólo nos hace perder el tiempo.
La actitud de este funcionario obedece a un claro intento de chantaje, para silenciar a los periodistas responsables y críticos del derecho indeclinable que tienen de abordar, sin favor ni temor, todos los temas de interés general.
Él ha dicho una y otra vez que la solución de su conflicto con SIN cito “no se llevará a cabo en los entramados judiciales”, se ha empeñado en proferir amenazas de muerte e invocar al diablo que al parecer camina a su lado, entorpece sus pasos y enrarece su lenguaje, lleno de improperios, maledicencia, odio y una irrecuperable frustración personal.
Responsabilizamos a este funcionario, para ni mencionar su nombre de nuevo, y al gobierno de la integridad física de Marino Zapete y de cualquier ejecutivo del grupo SIN porque usted ha llegado muy lejos.