El periodista Matthew Boyle, de The Daily Caller, entrevistó al cabildero estadounidense Jack Abramoff, quien estuvo preso por corrupción. Abramoff sostiene que el tipo de relaciones que mantienen Bob Menéndez y Salomón Melgen, coincide con la forma en que opera la corrupción en el mundo político de EEUU, con la cual él está familiarizado.

A continuación el trabajo periodístico, en traducción de Iván Pérez Carrión:

El ex destacado cabildero Jack Abramoff, quien pasó varios años en prisión condenado por delitos relacionados con la corrupción, dijo a Breitbart News que el mega donante del Partido Demócrata, el doctor Salomón Melgen y el senador demócrata de Nueva Jersey Bob Menéndez han seguido el manual de instrucciones para la corrupción con la que este está tan familiarizado.

"Este es prácticamente el libro de jugadas estándar para alguien que está tratando de llegar, a su manera, a los contratos públicos, y está bastante claro por las acciones de Menéndez a su favor, que él estaba haciendo esto con fines de negocios”, dijo Abramoff el miércoles, en una entrevista telefónica, y agregó que la relación de presunto pago por juego entre Melgen y Menéndez es casi idéntica a cómo funcionaban las cosas cuando él (Abramoff) estaba en la cima del mundo del cabildeo en Washington.

Abramoff se declaró culpable de múltiples delitos graves en 2006 y 2008 por cargos relacionados con su trabajo de cabildeo, incluidos varios regalos por favores políticos. Fue condenado a seis años de prisión porque cooperó con la policía en otras investigaciones. Terminó cumpliendo solo cuatro años de prisión. A su salida de donde cumplió sus dos últimos años, atacó a la industria del cabildeo, por corrupta, en sus memorias Capitol Punishment.

“Es lo mismo que no ha dejado de ocurrir nunca”, dijo Abramoff a Breitbart News. “El noventa y nueve por ciento de lo que hice fue legal, ese es el problema. No es que una o tres cosas de las que hice fueran ilegales. Ese no fue el problema. El problema real no es necesariamente por lo que yo fui la cárcel, sino que el problema real es que toda esta sordidez es legal”.

La noche del martes, Politico descubrió que Melgen se congració hasta con el presidente Barack Obama, al posar para una foto con él, y que llevó en su avión privado al líder de la mayoría del Senado, Harry Reid. Abramoff dijo que la foto con Obama es más de lo que parece a primera vista.

“El simple hecho de la imagen con el presidente, un montón de gente la mira y dice, ‘¿a quién le importa eso?’. Pero te diré a quién sí le importa: a él sí le importa”, dijo Abramoff. “Ahora bien, yo no lo conozco y no sé exactamente lo que estaba haciendo, pero he visto muchas veces que alguien, literalmente, utilice una imagen de sí mismo con el presidente de los Estados Unidos como una tarjeta de presentación, de credibilidad, para poder moverse por (todo el aparato de) la burocracia. "

“Él ya cuenta con un senador poderoso, el ahora presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, pero quien siempre ha sido muy poderoso, porque Menéndez siempre hace valer su voluntad", continuó Abramoff.

“Si bien es poco probable que Obama personalmente se involucrara para ayudarle, [Menéndez y sus secuaces] todos sabían lo que estaba haciendo. Todos están en la política. Todos ellos saben para qué tipos como estos usan estas fotos con el presidente de la Estados Unidos”.

En cuanto a las conexiones de Reid con Melgen, Abramoff dijo que el líder de la mayoría del Senado es “uno de los jugadores más sucios del Senado", por lo que no le sorprendió en absoluto. “Él sabe olfatear dinero en cualquier parte”, dijo Abramoff. “Forma parte del estándar de Harry Reid. Lo ha estado haciendo durante años y logra salirse con la suya porque tiene medios de comunicación cómplices, con excepción de ustedes en los nuevos medios”.

Abramoff recordó: “Incluso, en mis días, Harry Reid estaba muy involucrado. Escribí sobre ello en mi libro; él estaba muy involucrado en una gran parte del escándalo, pero a él, sencillamente, nadie lo castiga”.

Cuando Abramoff cayó en desgracia, el entonces senador Obama dijo que los escándalos que emanan del magnate de K Street “han sacudido los cimientos de la fe del pueblo estadounidense en un gobierno que va a velar por sus intereses y defender sus valores, puesto que no sólo llevan a una conducta moralmente ofensiva por parte de los políticos”. Afirmó que estas relaciones de cabildeo “conducen a una legislación moralmente ofensiva que afecta a los trabajadores estadounidenses”.

Obama llegó a la presidencia con un mensaje similar de lucha contra la corrupción, pero Abramoff señala que nada ha cambiado. “Obama llegó prometiendo ser el gran reformador y que él cambiaría todo y sería muy transparente”, dijo. “Eso es una tontería. Él ha hecho exactamente las mismas cosas que los demás”.

Además de los cientos de miles (de dólares) que Melgen ha gastado en las campañas de Menéndez durante años, el donante demócrata dio US$700,000 para un Súper PAC de Reid, un PAC por la mayoría (en el Senado), y más dinero a otros demócratas prominentes, entre ellos Bill Clinton, Hillary Clinton, y a la presidenta del Comité Nacional Demócrata, la representante Debbie Wasserman Schultz. También le dio (dinero) a dos republicanos de la Florida, los representantes Mario Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinen.

Ninguno de esos políticos que han recibido donaciones, incluyendo a los republicanos, han devuelto el dinero todavía. Pero Abramoff piensa que “como mínimo" todos deberían parar los cheques de Melgen y devolverle las donaciones.
“Tienen que devolver el dinero que este hombre les dio”, dijo Abramoff. “Pero no hemos visto eso”.

Abramoff también dijo que la opción de Reid de permitir que Menéndez continúe siendo presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado es reveladora. “Como mínimo, Menéndez debe ser suspendido como presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores”, dijo Abramoff a Breitbart News.

"Si fuera un republicano, este tipo probablemente ya habría dimitido del Senado”, especuló. “Pero los demócratas suelen jugar con ese doble rasero, y hay buenas posibilidades de restringir alguna acusación federal por corrupción, lo cual Menéndez va a aprovechar.
“Los demócratas no reaccionan de la misma manera que lo hacen los republicanos, porque no están obligados a reaccionar de la misma manera a la que se ven obligados los republicanos. Llegan a ser, básicamente, tan corruptos como quieren serlo, y simplemente, no lo toman en cuenta”.

Abramoff añadió que, al igual que cuando Obama lo reprendió a él por corrupción, el presidente le debe al pueblo estadounidense enfrentarse a la relación Menéndez-Melgen. “Obama debe decir algo”, dijo Abramoff.

Y él sabe lo que está pasando ahora; pudo no haberlo sabido [en el momento de la foto] y no sé si lo sabía o no, y lo más probable es que no lo supiera ‒¿con cuántas personas el presidente se toma fotos en una recaudación de fondos? Con cientos, si no miles. Él no tiene por qué saber de los pecadillos de cada uno, pero me permito decir lo siguiente: la gente de Menéndez seguro que sí lo sabía. Y la gente de Menéndez, francamente, tenía la obligación de decírselo a la gente de la Casa Blanca. ¿Y no le explicaron quién era él [Melgen], ni lo que estaba haciendo, y en lo que él estaba involucrado, para que el personal de la Casa Blanca dejara a Melgen poner en un marco una foto suya con el presidente? (Con esto) quiero decir que Obama es quien debe cortarle la cabeza a Menéndez.

Abramoff dijo que Menéndez debe prepararse para más escándalos que están por salir. “Aquí va a haber más ruido de zapatos que caen”, vaticinó. “Donde la gente debe empezar a buscar es en cuáles otros viajes estuvo Menéndez. Hay un patrón de conducta; las personas que se comportan de esa manera no sólo se comportan así en República Dominicana".

“No vamos a ver prostitutas en otros lugares a las que les digan que se retracten de lo que dijeron”, dijo Abramoff, en referencia a las acusaciones previas de que Menéndez había tenido relaciones con prostitutas en República Dominicana. “Esto no va a mejorar para Menéndez. Ellos probablemente anden corriendo para tratar de mantener esto tan apisonado y calladito como sea posible, pero ya está empezando a filtrarse a los medios de comunicación importantes, poco a poco, y ustedes son responsables de ello. Y creo que vamos a empezar a ver muchas más cosas”.

Abramoff también denunció que, en un “ciento por ciento”, por lo que se ha acusado a Melgen equivale a “soborno”.
"Ellos [los grandes medios de comunicación] no lo dicen, y dicho sea de paso, la norma jurídica de la corrupción en este país es para reírse”, dijo. “Básicamente, dice que usted tiene que tener un quid pro quo (dar algo a cambio de otra cosa) en el que ambas partes están de acuerdo, y que usted tiene que demostrar se trata de un quid pro quo.

Y añadió: “Eso no quiere decir que no se está comprando nada. Por supuesto que están siendo sobornados. Si usted intenta darle algo de valor a un servidor público y recibe algo a cambio, eso es soborno."

"No hay ninguna duda al respecto, de que se trata de corrupción en el sentido tradicional del término; en el sentido legal común de la palabra, no en el sentido estatutario de que ´estos chicos están protegiendo su propio pellejo’ de la ley de los Estados Unidos“, concluyó Abramoff. “Todo ciudadano de los Estados Unidos ‘fuera del Beltway’1 sabe que eso es soborno”.

1 Alusión a la frase “inside the Beltway”(dentro del Beltway): asuntos que son o parecen ser importantes para funcionarios del gobierno federal de EE.UU. o altos círculos del poder.

Ver versión original de la entrevista

El senador y el mafioso – Acento