LA PAZ, Bolivia.- Este lunes Bolivia vive una jornada de tensión a la espera de lo que pueda pasar cuando al final del día se cumpla el ultimátum lanzado al presidente Evo Morales para que renuncie, en medio de la crisis tras unas elecciones tachadas de fraudulentas por la oposición que exige que se repitan.

El Comité Pro Santa Cruz, cuyo líder Luis Fernando Camacho fue quien el pasado sábado dio a Evo Morales 48 horas para que deje la Presidencia, tiene prevista una nueva reunión esta noche, cuando expire el plazo del desafío lanzado al presidente.

Camacho anunció  que será en esta asamblea ciudadana en pleno centro de Santa Cruz, la mayor ciudad de Bolivia, donde se dará a conocer su respuesta si Morales no deja el poder en el transcurso del día.

No es la primera vez que Camacho lanza una advertencia de este tipo. Ya la hizo al día siguiente de las elecciones del 20 de octubre, exigiendo una segunda vuelta entre Evo Morales y el opositor Carlos Mesa.

La exigencia se transformó después en un pedido de anulación de los comicios y de renuncia del mandatario, que gobierna desde 2006 y es el presidente con más tiempo en el poder en la historia de Bolivia.

El presidente dijo que convocaría de urgencia a los movimientos afines que le respaldan desde su acceso al poder, hace trece años, aunque lo único que ha trascendido es esta mañana una reunión con una federación de cooperativas mineras.

Este tipo de reuniones son habituales en su agenda diaria en la sede de Gobierno en La Paz.

Los bloqueos en calles de las principales ciudades del país se mantienen durante esta jornada, con una incidencia desigual, algo mayor en casos como el del sur de La Paz y en puntos de Sucre, la capital del país.

Además, en algunas urbes como Santa Cruz y Cochabamba se reportan protestas pacíficas frente a algunas instituciones públicas.

Las sospechas de fraude surgieron cuando al día siguiente de las elecciones el recuento provisional pasó de augurar una segunda vuelta entre Morales y Mesa, por ser los dos más votados pero sin mayoría suficiente, a prever un triunfo en primera ronda del jefe de Estado para su cuarto mandato consecutivo hasta 2025.

Las protestas se desataron desde entonces con episodios violentos como en el que murieron dos hombres por bala la semana pasada en la ciudad oriental de Montero, aunque la violencia se redujo desde entonces por los llamados a la calma desde Gobierno, oposición y movimientos cívicos.

Los detractores de Morales no aceptan la auditoría del proceso electoral que lleva a cabo la Organización de Estados Americanos (OEA), para determinar si hubo o no fraude, al denunciar que está pactada solo con el Gobierno sin haber contado con ellos.

El Ejecutivo de Morales acusa a quienes denuncian el fraude de no haber aportado aún prueba alguna e intentar desconocer su victoria con un intento de "golpe de Estado", una expresión que el presidente emplea de forma recurrente desde que lleva en el poder cuando surge alguna crisis.

España participará en auditoría de elecciones 

España va a participar en la auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre las elecciones en Bolivia del pasado 20 de octubre, confirmó este lunes el ministro español de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell.

En declaraciones a los periodistas, Borrell explicó que España enviará a un diplomático con "muchísima experiencia en el país y la región", en alusión al exembajador español en Bolivia Carmelo Angulo.

El nombre de Angulo y el de la embajadora mexicana en Bolivia, María Teresa Mercado, fueron ya anunciados ayer por la Cancillería boliviana como los diplomáticos que tienen previsto acompañar a la OEA en su auditoría, ante las denuncias de fraude en esos comicios.

Borrell también confirmó que España va a contribuir a financiar la misión de la OEA y aportará "medios humanos adicionales" para ayudar a ese análisis del resultado electoral.

Además, insistió en que el exembajador Angulo es una persona "con amplia experiencia en ese país" que ayudará a que ese análisis "esclarezca la situación y permita valorar lo ocurrido".

Esa auditoría, acordada por el Ejecutivo boliviano de Evo Morales, es rechazada por la oposición, al no haber contado previamente con ella para determinar las condiciones de la misma.

Esta misión está prevista durante unos doce días y participarán alrededor de treinta especialistas, para determinar si existe el fraude que oposición y movimientos sociales denuncian que hubo en la reelección de Morales, en primera vuelta, para un cuarto mandato. EFE