SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El tradicional Sermón de las Siete Palabras fue especialmente crítico este Viernes Santo contra la justicia dominicana, la cual fue calificada como “una vergüenza para todos los dominicanos” por sus vínculos con la maldad, la mentira y la corrupción.
El sermón, pronunciado por varios sacerdotes desde la Catedral Santa María la Menor, Primada de América, fustigó también que la justicia dominicana condene al inocente al tiempo que absuelve al culpable.
Criticó el derroche de los recursos públicos y la ostentación de lujo de funcionarios del gobierno central y del Poder Legislativo.
El sacerdote Antonio Méndez expresó que el principal problema del país son los políticos.
“Me da vergüenza cuando veo un político hablando de los pobres y escucho tantas mentiras. Nuestra nación es rica, con mucha gente buena, pero con gobernantes pobres de conciencia”, dijo.
“¡Cuánta corrupción en mi nación!”, exclamó.
Precisamene este viernes se cumplió una semana de que los acusados de dos graves casos de corrupción fueron favorecidos por separado con sentencias de No Ha Lugar.
Por su lado, el sacerdote Carlos Abreu criticó la corrupción que se expresa en el enriquecimiento ilícito. Llamó a buscar de Dios, porque sin Él “todo paraíso es efímero”.
Violencia contra la mujer
Cuando le tocó el turno al sacerdote Miguel Ángel Amarante, denunció la desigualdad social de género y la violencia contra la mujer.
Al mismo tiempo, criticó lo que consideró promoción de la sexualidad en menores, supuestamente repartiendo preservativos en las escuelas.
Justicia y paz
El sacerdote Willian Viña, al comentar la palabra “Tengo sed”, proclamó que la sociedad tiene sed de justicia y de paz, pero también de caridad y de orden.
Denunció que muchas familias claman ante la carencia de agua potable, por las injusticias que cometen las autoridades y por no tener con qué alimentar a los niños.
Denuncia contra Dirección de Migración
El sacerdote Martín Lenk denunció que la Dirección General de Migración mantiene como indocumentados a inmigrantes haitianos que ya estaban debidamente registrados, hecho lo que calificó como ilegalidad.
De nuevo contra la corrupción
El sacerdote José Miguel Puerta retomó la denuncia contra la corrupción.
Fustigó a los “malversadores de cuello blanco” y quienes demuestran poco interés en enfrentar la corrupción.