TEGUCIGALPA, Honduras.- Al menos tres personas resultaron muertas y más de diez heridas, entre ellas tres jugadores de fútbol, en los graves disturbios registrados este sábado en Tegucigalpa tras ser atacado el autobús del equipo Motagua y registrarse también enfrentamientos entre fanáticos de ese club y del Olimpia.

El suceso se produjo antes del encuentro previsto entre esos equipos, correspondiente a la quinta jornada del torneo Apertura, que fue suspendido.

Socorristas de la Cruz Roja Hondureña confirmaron que tres personas murieron, al parecer víctimas de armas blancas, cuando eran trasladadas al Hospital Escuela, adonde han ingresado al menos una docena de lesionados en los enfrentamientos entre hinchas y por la acción policial.

Los fallecidos son personas de entre 20 y 27 años de edad, supuestamente acuchillados, y los medios de comunicación los identifican como Steven Martínez, Carlos Alvarado y Jefferson Banegas .

Los incidentes comenzaron  una media hora antes del clásico capitalino entre Olimpia y Motagua, cuando el autobús del segundo fue atacado supuestamente por hinchas del primero con piedras y botellas de vidrio, lo que causó una adicional batalla campal tanto afuera como adentro del Estadio Nacional de Tegucigalpa.

Un aficionado es atendido por cuerpos de emergencia. EFE/STR

En el ataque resultaron heridos, alcanzados por fragmentos de cristal, el defensa paraguayo Roberto Moreira, el portero argentino Jonathan Rougier y el lateral hondureño Emilio Izaguirre, todos del Motagua.

No se ha informado de la gravedad de las lesiones de ninguno de los tres, pero todos ellos debieron ser trasladados a una clínica, donde reciben atención médica, señaló el club hondureño.

Las otras nueve personas que resultaron lesionadas, algunas de ellas de gravedad, han sido trasladas por socorristas de la Cruz Roja Hondureña al Hospital Escuela.

EFE/STR

Hinchas de Olimpia y Motagua se enfrentaron fuera del estadio a los policías, que emplearon gas lacrimógeno para dispersarlos, lo que adicionalmente afectó a muchas personas.

La Liga Nacional de Fútbol de Honduras informó que el partido "se suspende para salvaguardar la integridad y seguridad de aficionados, equipos, cuerpos técnicos, autoridades y personal en general".

El club hondureño indicó que es "reprochable y lamentable" el ataque y pidió que la acción, supuestamente de un grupo ultra, sea "sancionada duramente por las autoridades correspondientes".

La ministra hondureña de Comunicaciones, María Andrea Matamoros, lamentó el incidente y dijo que es "responsabilidad de todos, periodistas deportivos, medios de comunicación y aficionados hacer un llamado a la calma y respeto a las autoridades". EFE