Taipei, 6 feb (EFE).- Al menos 13 personas han muerto y 477 han resultado heridas, 20 de ellas muy graves, por un terremoto de 6,4 grados de magnitud en la escala de Richter en el sur de Taiwán, donde aún hay personas atrapadas entre los escombros, según el Servicio Nacional de Emergencias.

La mayoría de las víctimas mortales (10), incluida una niña de diez días, se encontraba en el edificio Weiguan Jinlong de Tainan, del que se han rescatado ya 258 personas, según los bomberos, dos más de lo esperado según cifras oficiales previas, pero varios vecinos aseguran que sus familiares aún están allí.

El diario local "Pingguo Shibao" (Apple Daily) contradijo la cifra oficial y subió a 15 el número de muertos, mientras la televisión local SET TV señaló que aún hay más de 40 personas atrapadas en ese inmueble de 17 plantas, el más afectado entre los 14 seriamente dañados de Tainan, por lo que continúan las tareas de rescate con dificultad, al no disponer ya de luz natural.

El panorama en Tainan es devastador, con edificios derrumbados, otros con plantas derruidas y algunos inclinados y dañados en sus cimientos, en medio de fugas de gas e interrupción de la electricidad en la zona.

En el lugar del siniestro, donde se alternan las escenas de alegría, como la de una mujer que presenció el rescate de su esposo, con las de angustia, como el caso de una madre que no sabía nada de sus dos hijos, van quedando pocos esperando noticias.

"Si no les sacan, yo voy a por ellos", dijo la madre a gritos, según emitió la televisión local CTI.

Un padre de familia, apellidado Hu, recuperó las esperanzas de volver a ver a sus hijos cuando los bomberos rescataron al gato de la casa y, efectivamente, poco después fueron sacados con vida sus dos pequeños.

El terremoto dejó 168.000 hogares sin suministro de electricidad y 40.000 sin agua, y una estación de gasolina ubicada frente a un edificio inestable ha sido evacuada y vaciada de combustible, ante el peligro de que éste se vierta sobre ella.

Varios automóviles y motocicletas quedaron aplastados bajo los edificios, y un campo de golf registró grandes grietas en el terreno, algunas de más de dos metros.

El tren de alta velocidad que une el sur y norte de la isla ha interrumpido sus servicios, en un día en el que muchos taiwaneses residentes en el poblado norte van al sur para celebrar con sus familiares el Año Nuevo Lunar, cuya entrada se celebra en la noche de este domingo.

El Parque Central del Sur de Taiwán, sede de importantes fábricas de alta tecnología, interrumpió su actividad ante los cortes de electricidad, pero no ha sufrido daños graves, informó el Ministerio de Economía isleño.

El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, y el primer ministro, Chang San-cheng, se trasladaron a Tainan para seguir de cerca las operaciones de rescate y salvamento, y mostrar sus condolencias y solidaridad con los damnificados.

"Se han preparado 1.200 camas en escuelas y otros lugares para albergar temporalmente a los damnificados", dijo a la prensa el presidente taiwanés.

Los sismólogos taiwaneses advirtieron de que aún se esperan otros seísmos de más de seis grados en la isla este año, sin descartar que esto ocurra en las próximas semanas.

"Como la energía media anual de los seísmos de más de seis grados equivale a seis bombas atómicas y este sábado se han liberado dos, aún son probables más seísmos fuertes este año", dijo este sábado a la prensa el director de Sismología del Servicio Meteorológico isleño, Kuo Kai-Wen.

El seísmo tuvo su epicentro en la aldea de Meinung, al sur de Taiwán y a 16,7 kilómetros de profundidad, y sacudió el sur de la isla a las 03.57 hora local (19.37 GMT del viernes), según el Servicio Meteorológico Central.

Muchos de los residentes en el centro y sur de Taiwán dijeron que los temblores les recordaron el terremoto de 7,3 grados de magnitud en la escala de Richter que el 21 de septiembre de 1999 causó más de 2.400 muertos en la isla.

No se han registrado víctimas entre los extranjeros y varias embajadas latinoamericanas en Taiwán han informado de que sus nacionales se encuentran fuera de peligro.

Pekín y Tokio ya han ofrecido su ayuda tras el terremoto para las labores de rescate y socorro.EFE