La evaluación de aprendizajes es un tema complejo. Básicamente y en una explicación más llana de lo que este campo amerita, busca emitir juicios de valor sobre los aprendizajes de los estudiantes. La evaluación tiene varias funciones, entre ellas, la función social que busca informar a la sociedad y comunidad educativa el estado de los aprendizajes. Si bien la evaluación debe ser a nivel de cada estudiante y de cada aula, las evaluaciones estandarizadas sirven y son extremadamente útiles para comunicar la función social de la evaluación. La prueba PISA desarrollada por la OCDE, tiene un diseño técnico y psicométrico bastante riguroso, lo que pemite que sea válida para informar a la sociedad el estado de la educación.

PISA se aplica en los países miembros de la OCDE desde el año 2000. República Dominicana tuvo una segunda participación recién en el 2015 y los resultados de la misma pudieron haber sido supremamente mejores. En cada aspecto que evalúa PISA (español, ciencias y matemáticas) RD estuvo en los últimos y en el penúltimo lugar. Para ser francos y directos, se puede establecer que los estudiantes de 15 años participantes en esta prueba no tienen comprensión lectora o desarrollo de pensamiento lógico. En contraste, entre los resultados algo más esperanzadores del país, las niñas tienen un mejor desempeño en matemáticas que los niños. O sea que se puede tener fe en la reducción de la brecha de género. Sin embargo, las niñas no seleccionan carreras universitarias que tengan que ver con este rubro.

El sistema educativo de República Dominicana, está en una etapa de maduración desde inicios de la década. El hito más comprometedor fue el aumento del gasto en Educación totalizando un 4% del PIB. La decisión voluntaria de participar en PISA, si bien los resultados son bastantes mejorables y no pueden mantenerse en ese pésimo estándar, es una prueba de esto. Para mejorar lo que vale la pena, es absolutamente necesario, evaluar. Es como si fueras al cardiólogo y te dice que debes hacer ejercicio, comer sin sal y bajar el nivel de grasa para que puedas tener una buena y mejor salud. Y para lograr este fin, el doctor te da una serie de medicamentos, un plan de alimentación con lo que puedes comer, lo que debes dejar de comer, te dice donde puedes comprar medicamentos, etc… y además no menos importante, te monitorea de manera sistemática.

Los mismo pasa con la evaluación. Con PISA, sabemos los aspectos que debemos continuar mejorando o mejor dicho, mejorar completamente como sistema educativo que maneja alrededor de 2,800,000 estudiantes al año. Ahora bien, cuando uno va a perder peso, uno debe ser realista. Si pesas 300 libras, no te puedes comparar con alguien que pesa 100. Los tres países con mejor desempeño en PISA, se encuentran en Asia mayormente, cuyo sistema educativo es totalmente diferente y además con una mayor madurez y estructuración que el dominicano. Dentro de Latinoamérica, el país con mejor desempeño, aunque igual por debajo del promedio de los países de la OCDE, es Chile. Este país junto a Perú, yo diría que deberían ser parte del norte de la educación dominicana.

Chile participa en PISA así como en otras pruebas internacionales estandarizadas desde inicios de la década del 2000. Además, tiene evaluaciones nacionales sistemáticas que informan la política educativa en cada nivel. Estas evaluaciones permiten monitorear el estado de la educación casi de manera constante. Por otro lado, Perú, es un país cuyo desempeño mejoró notablemente en un período corto y con un nivel de inversión en educación que aumentó relativamente reciente, como el de República Dominicana. Perú también fue de los países con mayor mejora sostenida en las pruebas PISA 2018.

Entre las múltiples informaciones de utilidad que otorga PISA, está aquella de la mentalidad de crecimiento de los estudiantes. Esta teoría desarrollada por la Dra. Carol Dweck de la Universidad de Stanford, establece que la inteligencia no es algo fijo, es algo que se construye. Los niños/as y personas que tienen este tipo de mentalidad, enfrentan y además superan los retos de la vida. Y naturalmente, tienen mejor desempeño académico. República Dominicana fue de los países donde más del 60% de los estudiantes están de acuerdo o muy de acuerdo con la afirmación “mi inteligencia es algo sobre mí que no puedo cambiar”. Esto es realmente preocupante. Tan preocupante y alarmante como los resultados en las materias básicas.

Si nuestros estudiantes – el futuro de República Dominicana – piensan así ¿qué será del país? El sistema educativo dominicano debe seguir apostando a cada estudiante. Debe continuar con los esfuerzos que verdaderamente implica brindar una educación de calidad para cada niño/a. Para lograr esto, aunque los resultados sean penosos al comienzo (pero no irremediables) es necesario seguir participando en evaluaciones internacionales estandarizadas y apostar a que los resultados (y la educación) sean mejores cada vez. Sin embargo, la mejoría en los resultados no llegará sola. Tal como el cardiólogo nos dice que debemos o no hacer, eso mismo nos dice PISA. Es estrictamente necesario que cada persona participante en el sistema educativo, trabaje o siga trabajando para esto. Las preocupaciones actuales en el mundo de educación, están apuntando a cómo enfrentar los retos de la era digital y la llamada cuarta revolución industrial. Mientras nosotros en RD, estamos enmendando fallas estructurales. Pareciera difícil pero vamos que se puede.

Para referencia de datos utilizados presionar este link:  https://www.oecd.org/pisa/PISA%202018%20Insights%20and%20Interpretations%20FINAL%20PDF.pdf