¡Ay Anibel, cuánto he llorado tu muerte, por ti y por todas!

Lamentablemente te convertiste en el ejemplo perfecto de la desprotección social y estatal. Eres más que un caso, eres la evidencia de un Estado que no está funcionando bien; de un sistema judicial corrupto e ineficiente; de una sociedad permisiva con los hombres violentos, que a pesar de que todos los días asesinan mujeres, sigue buscando la “explicación” del problema fuera de los hombres y la violencia estructural.

Ay Anibel, todo el mundo te falló y tú a pesar de esa terrible realidad, seguías buscando formas para protegerte a ti misma. La situación te desbordó, y ya no estas, que pena por ti y por todas. Que dolor tan grande que no consiguieras salvarte. Qué terrible que la justicia “garantista” no actuara contigo con la misma complacencia que actuó con tu verdugo. No te protegieron, porque no nos protegen a ninguna.

Todas somos tú, porque de alguna manera a todas intentan matarnos cada día. Que terrible que ese hombre se empecinara en asesinarte y a pesar de que la primera vez sobreviviste, operara una confabulación a su favor para que la segunda vez lo lograra.

Ay Anibel, siguen buscando justificaciones para explicar que un tipejo capaz de propinarte siete puñaladas y dejarte por muerta, comprara pleitesías y consiguiera un acuerdo. Y que, este asesino en lugar de estar pagando una condena de 30 años desde la primera vez que quiso asesinarte, saliera rapidito, muy rapidito de la cárcel. Ese mismo que en el tiempito que estuvo dentro, aun desde la prisión continuó amenazándote, sin que nadie, absolutamente nadie, tomara las medidas que ordena la Ley.

Ay Anibel, tú denunciaste el acuerdo, lo confirman los chats de WhatsApp que pudimos leer después de tu feminicidio. A pesar de eso, todavía después de muerta el sistema te sigue fallando y quisieron endilgarte una responsabilidad que no es tuya, justificando su terrible actuación, alegando que tu diste aquiescencia; pero no lo consiguieron Anibel, sabemos que fue responsabilidad de la fiscalía y del tribunal que lo validó en tu ausencia.

Ay Anibel querida, las que te conocimos luego que te asesinaron, pedimos por ti, que encuentres descanso. Necesitamos honrar tu memoria logrando revertir el camino funesto de la violencia, por ti y por todas.

Una oración por las asesinadas este 2019: Jesica Medina,  Esther Cedeño, Dahiana Durán                      Ana Pimentel, Joselin Núñez, Melania de Castro, Margot Elías, Marleny Muñoz, Jerry Lachapel, Daniela de los Ángeles,  Jode González, Nairobi Pérez, Nidia Virginia, Samantha Rodríguez, Virginia Pérez, Johanna Guiñen, Desirvieres Olchine, Nairobi Jiménez, Miledy Cruz, Floridania Javier,  Kani García, Karina Silfa, Katherine Pérez, Fiordaliza Sena, Nayelin Margarín, Noemí de los Santos, Rafaelina Cabrera, María Paulino, Josefina de los Santos, Anny Paulino, Digna Santana, Teresa Cabral, Grecia Novas, Darissa Paulino, Anabel Paulino y las que no están en esta lista. Ya que ni siquiera le regalamos eso, que haya sistematización de la información sobre sus feminicidios.

Y por ti, Anibel González, por tu coraje, alegría, deseo de superación, ganas de vivir, inteligencia, resiliencia, porque tu caso permita que la sociedad entienda que no hay que buscar “la culpa” en las mujeres. Que hay que trabajar en la trasformación de una cultura que permite que unos se crean dueños de unas; y que unas asuman que eso es cierto.

¿Qué se debe hacer para prevenir, atender y sancionar? Mucho, muchísimo. Con aplicar la Convención para la Erradicación de Todas las Formas de Violencia Contra la Mujer y los documentos que su Comité de Expertas ha producido, tendríamos una vía adecuada. No hay que inventar el agua tibia, solo implementar las políticas con las que nos hemos comprometido.

Ay Anibel, posiblemente nos digan que el Estado es pobre y no tiene recursos; pero tu y yo sabemos que eso es una mentira inmensa, solo hay que mirar los gastos de campaña para saber que el problema no es de dinero.  Descansa en paz querida, te lo mereces, luchaste tanto, y te ignoraron, pero tu feminicidio lo logró, no te podrán ignorar nunca más, insisto en decir que eres la historia perfecta de la prevaricación. Ahora nos toca recordárselo todos los días, para exigir que no siga sucediendo.