SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El doctor Fernando Contreras, galardonado con el premio de la Fundación Corripio en Ciencias de la Salud, dijo que se siente satisfecho de haber tomado la decisión correcta al regresar, hace 26 años al país, al ejercicio de la medicina, y que -al igual los demás galardonados- agradeció a la familia Corripio el reconocimiento por su trabajo profesional.

“Está noche reafirmo con más fe que la decisión que tomé hace 26 años, con la ayuda e insistencia de mi familia y amigos, de regresar a la República Dominicana fue no solo la correcta sino una de las mejores decisiones de mi vida. Créanme, durante estas casi tres décadas he tratado todos los días de aportar un granito de arena por mejorar el entorno de todo el que me rodea, y eso no solo debe ser nuestra meta sino que es nuestra responsabilidad”, dijo el doctor Fernando Contreras.

Expresó que los dominicanos debemos agradecer el servicio y el progreso alcanzado. Afirmó que “tenemos un país bendecido por Dios, cuando vemos que personas nacidas en España y Venezuela, como el Padre Domingo Legua, que a través de la Vicaría de Pastoral Social de la Arquidiócesis de Santo Domingo, alimenta y les da cobijo a miles de necesitados; el Hermano Gerardo Pérez, Director del Colegio Dominicano De la Salle, un centro que ha formado en valores a millares de estudiantes durante más de 80 años; la Hermana María Jesús Hernando, Directora de Hogares Residencia Ángeles Custodios, quien educa a miles de jóvenes; la señora Germana Quintana, quien ha dedicado más de 35 años a engrandecer el teatro y la actuación. Ellos han consagrado sus vidas con amor y pasión para hacer este país más grande y a convertirse en orgullo dominicano; o cuando leemos a Fausto Rosario, quien arriesga su vida todos los días, denunciando lo mal hecho con el único propósito de tener una sociedad más justa y equilibrada para todos”.

Lea a continuación el discurso completo del doctor Fernando Contreras en nombre de los reconocidos con los premios de la Fundación Corripio del presente año 2019:

Palabras de agradecimiento

Fernando Contreras

Es un verdadero placer y un inmenso honor ser reconocido esta noche por la Fundación Corripio, institución establecida en el año 1986 encabezada inicialmente por Don Manuel Corripio, con el compromiso de constituirse en un baluarte de la cultura nacional, contribuyendo de manera sostenida en la promoción del respeto y justo aprecio a los valores representativos de la cultura nacional, su labor en estos 33 años ha sido prolífica y evolutiva en el campo de la cultura.

Consecuente con sus objetivos iniciales, la Fundación dispuso en el año 2007 la creación de otros galardones además del Premio Nacional de Literatura, bajo el título Premios Fundación Corripio en las cuatro modalidades que se premian esta noche. Abarcando con ello un gamma mucho más completa del devenir nacional. Después se adicionaron los Premios Familia Corripio Alonso, fuera de las bases, conferidos a discreción de la familia, de los que se entregan dos esta noche.

Al premiar a representantes de las ciencias sociales, las ciencias naturales y de salud, el arte y la comunicación la Fundación y los valores que ella promueven alcanzan una mayor y más completa dimensión.

Es importante y hasta refrescante el promover valores, actuaciones y vidas que encarnan lo mejor del ser humano y de la sociedad que representan. Esta noche hemos sido testigo de que la bondad supera la maldad, de que dar es mucho mejor recibir y que el amor de Dios es la fuerza más poderosa que existe.

Cuando revisaba la hoja de vida de los galardonados de esta noche, además de maravillarme, me di cuenta de muchas cosas, algunas de las cuales quisiera compartir con ustedes:

La primera es que Don Manuel donde quiera que esté, debe sentirse muy satisfecho porque honrar hora.

Lo segundo es lo diverso y hermoso que es el ser humano y sus servicios prestados.

Lo tercero es que la vida nos da la oportunidad y responsabilidad de aportar y contribuir al mejoramiento individual y colectivo desde el lugar u oficio al que te dedicas, por grande o pequeño que sea.

Cuarto: en el único lugar que el éxito está por delante del trabajo es en el diccionario y que la clave del éxito es la perseverancia y la pasión que pongas a lo que te dediques.

Quinto: promovamos los ejemplos positivos como los galardonados de esta noche, y no dejemos que los malos ejemplos dicten el tono y el sentimiento colectivo.

Sexto: tenemos un país bendecido por Dios, cuando vemos que personas nacidas en España y Venezuela, como el Padre Domingo Legua, que a través de la Vicaria de Pastoral Social de la Arquidiócesis de Santo Domingo, alimenta y les da cobijo a miles de necesitados; el Hermano Gerardo Pérez, Director del Colegio Dominicano De la Salle, un centro que ha formado en valores a millares de estudiantes durante más de 80 años; la Hermana María Jesús Hernando, Directora de Hogares Residencia Ángeles Custodios, quien educa a miles de jóvenes; la señora Germana Quintana, quien ha dedicado más de 35 años a engrandecer el teatro y la actuación. Ellos han consagrado sus vidas con amor y pasión para hacer este país más grande y a convertirse en orgullo dominicano; o cuando leemos a Fausto Rosario, quien arriesga su vida todos los días, denunciando lo mal hecho con el único propósito de tener una sociedad más justa y equilibrada para todos.

Está noche reafirmo con más fe que la decisión que tome hace 26 años, con la ayuda e insistencia de mi familia y amigos, de regresar a la República Dominicana fue no solo la correcta sino una de las mejores decisiones de mi vida. Créanme, durante estas casi tres décadas he tratado todos los días de aportar un granito de arena por mejorar el entorno de todo el que me rodea, y eso no solo debe ser nuestra meta sino que es nuestra responsabilidad.

Repitiendo las palabras de mi padre; los dones y talentos nos son dados por el poder divino, no son para vanagloria ni provecho personal, sino para ponerlos al servicio de la colectividad, los mismos, cuando los mezclamos con el esfuerzo, la perseverancia y el amor, hacemos milagros.

Por supuesto no puedo terminar estas palabras sin darles un reconocimiento especial a todos los familiares de los galardonados, que son los héroes anónimos de la noche, porque sin su concurso y apoyo nada de sus logros serían posibles.

Gracias una vez más a la Fundación Corripio, a la Familia Corripio, encabezada por don Pepín, a los galardonados, a todos los familiares y amigos presentes por ser testigos de una noche mágica que premia lo mejor de nosotros y que nos llena de orgullo, optimismo y determinación para hacer cada día más grande a la República Dominicana

Que Dios los bendiga.