La Corte Interamericana en  la Tragedia de Sófocles, es Creonte: tirano, creador de Edictos, omnipotente.

Lo ideal sería, a un lenguaje ríspido y mandón, corresponder con un peor lenguaje, pero un mínimo de racionalidad manda que no homologuemos estilos.

La sentencia se dirige a un país que más bien forma parte de una federación de estados Orwell interamericanos y eso produce, más que miedo, tristeza a quienes tienen memoria fresca para las responsabilidades morales de cortes como estas, Interamericanas, afiliada a la OEA.

¿Ha reparado alguien en la fecha de la sentencia, 28 de Agosto?

Evacuada entonces y publicada ahora…

Es el escarceo legal, el seguimiento justo para atar de manos a un Estado que, a veces, en el mismo  tema se pierde en la gran inocencia irresoluta.

Lo que la Comunidad Interamericana debe tener claro, especialmente los países del Caricom, que vocean mucho pero a la hora de la solidaridad  con Haití, son los primeros que ponen alambres de púas en sus fronteras terrestres y marítimas. Lo que debe de tener claro esa Comunidad Interamericana de ojos vendados, es que la República Dominicana no puede sustituir los deberes natos de otros estados, en este caso Haití, que arrastra unas largas historias complicadas en relación al tema de las identidades de sus ciudadanos.

Antígona ante el Rey
Antígona ante el Rey

Y que esa misma situación ha hecho y siempre hace más complicados los resultados de "su sistema electoral"…

La Corte se hace de la vista gorda con este anunciado:

Ningún Estado extranjero resuelve problemas de identidad originaria a ciudadanos de otro país, no es su misión, cada ciudadano debe tener un documento de origen para ser identificado en el país al cual se dirige, no importa sus fines individuales.

Existe la creencia en los medios diplomáticos de Washington, acabo de regresar de allí, de que el drama de Haití es todo nuestro a parte entera y que, al marronazo, tendremos que fajarle a dientes limpios, como diría cualquier frase española en boga.

Por suerte, esa famosa Corte Interamericana no tiene los poderes necesarios para invadir el país y hacer valer sus ideas descabelladas y fuera de contexto, porque si algo está  definido es que es evidente es que en el país hay personas que tienen muy claro que incluso la ley 169-14, un neto esfuerzo del gobierno para sanear la situación, es una concesión magnánima que viola fueros internos.

Jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
Jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos

La idea de publicar la sentencia evacuada el 28 de agosto pasado, ahora en el mes de octubre, tenía por objeto, es lo que se me ocurre pensar, quitarle fuerza a la concesión que hace la actual administración con la ley 169-14.

Quienes redactaron ese edicto, porque  sus aspiraciones draconianas son claras, pueden oscilar de un extremo a otro:

O desconocen realmente la realidad de esta situación o la conocen tan bien, que tienen su agenda propia, aprendida y pautada, en prejuicio contra  la República Dominicana.

La esencia de un lenguaje jurídico agresivo, puntilloso, con palabras elegidas para hacer más preciso el oprobio, dejan mucho que reflexionar para que en lo interno se asuma una  actitud de Estado, directa, educada, pero firme y trascendente: para que la gente sienta que el problema que se nos tira encima, sabremos resolverlo a lo dominicano en posesión de verdades que son nuestras, y que vamos a defender no importa ante quien sea, no importa el lugar.

Hace muchos años en nuestro suelo estuvo la FIP, la odiosa Fuerza Interamericana llamada de Paz. Se debe recordar que esta institución de fuerzas militares colegiadas mancilló nuestro suelo en nombre de banderas interamericanas, hoy representadas en esa CorteIDH.

Las próximas respuestas deben ser contundentes, decididas, claras. De lo contrario, lo que se quiere evitar, que es que es la confrontación, será inevitable… (CFE)