SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Este sábado, 15 de diciembre, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) cumple 39 años de fundado.
El PLD fue fundado por Juan Bosch, el 15 de diciembre de 1973. Hasta ese momento Bosch fue el líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), organización a la cual renunció para fundar el PLD.
"Los dominicanos saben muy bien que si tomamos el poder no habrá un peledeísta que se haga rico con los fondos públicos; no habrá un peledeísta que abuse de su autoridad en perjuicio de un dominicano; no habrá un peledeísta que le oculte al país un hecho incorrecto o sucio o inmoral", dijo Bosch en 982.
Bosch siempre insistió en que el PLD estaba llamado a hacer lo que el PRD no pudo, con respecto la liberación nacional, el adecentamiento del Estado y la disminución de las injusticias sociales y la pobreza.
Organizó el PLD en base a los métodos leninistas, y para formar a sus dirigentes se valió de una parte del análisis marxista sobre la economía, la historia y la sociedad.
El PLD, tras el declive del liderazgo de Bosch y el ascenso de los nuevos líderes encabezados por Leonel Fernández, pasó de la centroizquierda a la extrema derecha, adoptando como líderes a Joaquín Balaguer, Marino Vinicio Castillo (Vincho), entre otros referentes de las ideas más conservadoras. Incluso, algunos de sus dirigentes más emblemáticos, como Euclides Gutiérrez Félix, reivindican al dictador Rafael Leónidas Trujillo, y sienten orgullo de haberle servido. Lo mismo hace su aliado más mimado, Vincho Castillo.
Justo es consignar que en 1978 el PLD no reconoció la importancia que significaba la derrota de esa maquinaria de fraude y atraso que representaba el conservadurismo de las fuerzas que sustentaban el poder del Dr. Balaguer
Un documento que ayuda a comprender la transformación del PLD lo aporta el propio partido en un segmento de historia de su página pld.org. En ese documento se reflexiona de manera crítica sobre el liderazgo de Bosch, a quien, de alguna manera, se enrostra que no valoró lo que había ocurrido en 1978 con la derrota de Joaquín Balaguer y el PR después de 12 años de gobiernos represivos.
Asimismo, se cita a Bosch cuando estaba convencido de que quienes terminarían uniéndose a los reformistas y a Balaguer para disfrutar del poder serían los dirigentes del PRD. ¿Qué diría Bosch hoy al ver a sus discípulos más que unidos y hermanados con los balagueristas, y sobrepasándolos en corrupción y ambición?
A continuación el documento sobre la historia del PLD
(Tomado de pld.org: http://www.pld.org.do/index.php?option=com_content&view=article&id=89&Itemid=160)
El Partido de la Liberación Dominicana, (PLD), surgió en el 1973 como una negación de las prácticas clientelares, populistas e individualistas del PRD. Su propósito declarado fue construir una organización que tuviera como objetivo completar la obra de nuestro héroe nacional, Juan Pablo Duarte: lograr una patria libre, soberana e independiente, en la cual impere la Justicia social y el respeto a la dignidad humana.
Para cumplir ese objetivo se entendió que era necesaria la creación de una sólida organización, de líderes, con métodos de trabajo diferentes que aseguraran una sólida disciplina, una mística arraigada y una vocación de trabajo por el pueblo dominicano, basados en el trabajo colectivo, la unificación de criterios y los principios del centralismo democrático.
Para entender las características organizativas del partido en el momento de su fundación es necesario no perder de vista que el surgimiento de una determinada configuración partidaria es producto de causas sociales o políticas específicas.
De ahí que la estructura y organización que se dio, en sus inicios, el Partido de la Liberación Dominicana, (PLD), sea una consecuencia de la coyuntura existente tanto en el plano nacional como en el internacional en 1973.
Si bien el compañero Bosch tuvo una acertada visión en esos primeros años de los ochenta, ponderando la necesidad de orientar el trabajo político con el pueblo y no solo hacia dentro, el Partido siguió operando con el criterio de partido de élites, desconectado de la sociedad
El Partido de la Liberación Dominicana surgió pocos meses después del fracaso del movimiento guerrillero encabezado por Francisco Caamaño Deñó.
Este fracaso puso fin, en cierta medida, a un período de la historia de nuestro país que se había iniciado con la revuelta del 24 de abril de 1965, acontecimiento surgido como consecuencia del derrocamiento del gobierno presidido por el profesor Juan Bosch en septiembre de 1963 y que buscaba el retorno de éste al poder.
Cuatro días después de haberse iniciado la revuelta del 24 de abril, argumentando que se buscaba impedir el surgimiento de una nueva Cuba, el gobierno de los Estados Unidos ordenó la intervención militar del país por tropas norteamericanas, impidiendo la concretización de las demandas del movimiento constitucionalista y creando las condiciones para el retorno al poder del Dr. Balaguer, quien gobernó la República Dominicana desde 1966 a 1978.
Todos esos acontecimientos produjeron cambios profundos en el pensamiento político de Juan Bosch, que se expresaron a través de una serie de libros y artículos publicados a partir de 1968.
Entre los libros presentados por el compañero Bosch en ese período se encuentran Dictadura con Respaldo Popular, El Pentagonismo Sustituto del Imperialismo, Composición Social Dominicana, De Cristóbal Colón a Fidel Castro: El Caribe Frontera Imperial.
Este contexto nos permite entender porqué la nueva organización política nace comprometida con el ideal de la liberación nacional.
El 3 de diciembre de 1973, días antes de que se fundara el PLD, el compañero Juan Bosch, en ocasión de una entrevista para la Revista Ahora, respondiéndole a Emma Tavárez Justo una pregunta sobre cuáles características ideológicas programáticas tendría el nuevo partido, que lo diferenciaran del PRD, señaló lo siguiente:
"Un partido no es lo que sean sus masas sino lo que sean sus dirigentes, y digo esto en sentido ideológico. Los dirigentes del PRD, exceptuando desde luego los que han pasado al PLD y alguno que otro confundido que se haya quedado en el PRD, dejaron hace tiempo de pensar en la liberación nacional y se dedicaron a pensar en las posiciones públicas que pueden conquistar dentro de las estructuras del gobierno (el de Balaguer o uno futuro de unidad) o dentro de las estructuras del partido; pues no hay que olvidar que un alto cargo en un partido importante puede tener tanta categoría y rendir tantas satisfacciones como un puesto de secretario de Estado o embajador o diputado".
Bosch agregó:
"El PLD tendrá o deberá tener las características ideológicas y programáticas de un partido de liberación nacional. Eso quiere decir que el PLD será lo que debió ser y no pudo ser el PRD".
Para entender esta última afirmación es bueno recordar que uno de los elementos esenciales de la disputa interna que se generó en el interior del Partido Revolucionario Dominicano, PRD, a principio de los años setenta, tuvo su origen en el tipo de estructura organizativa que debía dársele a ese partido. No puede olvidarse que los Círculos de Estudios empezaron en el PRD con el propósito de desarrollar la formación política de los perredeístas y crear una nueva cultura basada en el trabajo colectivo.
El PLD surge como una fuerza cuestionadora del orden social existente, que buscaba transformar esa situación con una visión que, para la época, era considerada progresista. La estructura organizativa que se eligió para el Partido atestigua la intención de su fundador. El PLD fue concebido como una estructura de cuadros, al estilo leninista, que, tal y como se expresó al inicio de este documento, funcionaba basado en el centralismo democrático.
Se pretendía crear líderes para dirigir las masas y conducirlas al poder. En la línea de crear líderes se desarrolló un programa de educación política, obligatorio para todos los aspirantes a miembros y para los miembros del PLD, con materiales preparados por Juan Bosch utilizando el método de análisis marxista, con el que se buscaba formar a los peledeístas en una línea de pensamiento muy próxima al marxismo.
La importancia que se le confirió al conocimiento del marxismo fue de tal envergadura que, durante los años ochenta, el Comité Central del PLD fue estructurado en varios grupos de estudios de la teoría marxista.
El PLD surgió también en un momento de serios cuestionamientos a la democracia representativa. En la generalidad de las naciones latinoamericanas el poder era ejercido por regímenes de fuerza. La década de los setenta fue, en América Latina, una década caracterizada por el autoritarismo y el irrespeto a los derechos humanos.
Años antes, la idea de una alternativa a la democracia representativa había sido planteada por Bosch cuando dio a conocer su propuesta de Dictadura con Respaldo Popular. Para Bosch, la democracia representativa solo era factible en los países de capitalismo desarrollado. En sociedades como la dominicana, que no habían logrado desarrollar el capitalismo, pretender imponer la democracia representativa, de acuerdo con Bosch, era una ilusión.
El cuestionamiento a la democracia representativa se acompañaba del invalidamiento de las elecciones como vía para acceder al poder. Bosch llegó a catalogar los procesos electorales de 1970, 1974 y 1978 como mataderos debido al hecho de que a partir de 1966, con la llegada al poder del Dr. Balaguer, se había montado una maquinaria de fraudes electorales, con la participación de los sectores más conservadores de la sociedad dominicana y con apoyo militar y el beneplácito de sectores conservadores de los Estados Unidos.
Esta situación se mantuvo hasta 1978 con el advenimiento del Partido Revolucionario Dominicano, momento que marca el inicio del desmantelamiento, con el apoyo de sectores liberales norteamericanos, de la maquinaria de fraude que había mantenido en el poder al Dr. Balaguer durante 12 años.
Justo es consignar que en 1978 el PLD no reconoció la importancia que significaba la derrota de esa maquinaria de fraude y atraso que representaba el conservadurismo de las fuerzas que sustentaban el poder del Dr. Balaguer. Argumentando la necesidad de evitar la intromisión extranjera en los asuntos internos del país, la posición del partido no se correspondió con las sentidas aspiraciones de la mayoría del país que quería salir del Dr. Balaguer y que reclamó el respeto a la voluntad popular antes los intentos de desconocer los resultados electores por parte de grupos de civiles y militares.
Los dos gobiernos del Partido Revolucionario Dominicano, del período 1978-1986, si bien representaron un gran fracaso desde el punto de vista económico y social, propiciaron la creación de un clima de respeto a los derechos humanos y a las libertades políticas con lo cual se cerró un capítulo de la historia nacional caracterizado por la intolerancia, el irrespeto a los derechos humanos y los abusos de poder. A partir de entonces, la República Dominicana entró en una etapa en la cual dejaron de existir los presos y exiliados por razones políticas.
Es en ese contexto que la actitud del PLD en torno a los procesos electorales comenzó a cambiar a partir de 1982. Ese año, el PLD participó en las elecciones y logró alrededor del 10% de la votación. Se tuvo el cuidado de asegurar que los candidatos presentados en esas elecciones fueran miembros, condición considerada como una categoría para poder optar a cargos electivos.
Las ideas que primaban en los fundadores del PLD eran que éste era la vanguardia organizada del pueblo dominicano y como tal debía capturar el poder para desde ahí cambiarlo todo. Hoy resulta evidente que las cosas no pueden verse de esa manera.
En los primeros años de existencia del PLD el trabajo político fue orientado fundamentalmente a lo interno de la organización, con miras a crear los cimientos de un partido de cuadros, bien formados, disciplinados y fuertemente influenciados del pensamiento del compañero Juan Bosch. Fue lo que se denominó la etapa de construcción del partido.
Una vez creado el instrumento, un partido nuevo, con características muy diferenciadas de los demás partidos políticos, al empezar la década de los ochenta el compañero Juan Bosch anunció la etapa de relacionamiento del partido con el pueblo, a la vez que destacó que la etapa de construcción del partido había concluido.
Esta nueva etapa, incomprendida por la mayoría de los integrantes de la organización, suponía un vuelco del partido hacia las actividades externas, tendente a crear vinculaciones con las organizaciones y entidades civiles representativas en las zonas rurales y urbanas. Esa nueva dinámica debía de suponer la captación de un gran número de dominicanos que se integraran a los círculos de estudios en calidad de aspirantes a miembros e incorporarse a la vida interna de la organización, así como también una mayor incidencia y autoridad de los peledeístas en las comunidades.
Si bien el compañero Bosch tuvo una acertada visión en esos primeros años de los ochenta, ponderando la necesidad de orientar el trabajo político con el pueblo y no solo hacia dentro, el Partido siguió operando con el criterio de partido de élites, desconectado de la sociedad.
Historias vinculadas
Servir al partido, servir a la iglesia.. – Acento
"No habrá un peledeísta que se haga rico con los fondos públicos …
PLD proclama orgulloso que Bosch lo fundó para completar la obra de Duarte …
El poderoso Comité Político del PLD es una cúpula de millonarios …
Boschista dice dirigentes del PLD sólo se prepararon para saquear …