Faltan menos de veinte días para el cierre de campaña y para las elecciones. Encuestas, declaraciones, explicaciones, atentados, espionaje, cambio de bando……, son algunas de las características de la presente campaña. La verdad es que aquí no se sabe quién será el vencedor en el próximo torneo electoral, los dos candidatos de los dos partidos con mayor posibilidad de llevarse el triunfo dicen estar ganados.
El presidente de la República envía señales no muy claras, algunas dicen que apoya al candidato de su partido, otras dicen claramente que no. Y todo esto nos lleva a reflexionar y preguntarnos: ¿Le conviene a Leonel que gane su partido? Esta pregunta debe habérsela hecho muchas personas, incluyendo al mismo presidente.
En el hipotético caso que gane el candidato del PLD y al margen del gobierno que pueda hacer, habrá un resultado en torno a la imagen y liderazgo de Leonel Fernández. En un sistema presidencialista, el que impera en nuestro país, el presidente es jefe de Estado y jefe de gobierno y en el caso del PLD se convertiría en el jefe político de ese partido. El Dr. Fernández Reyna pasaría a un segundo plano dentro de su partido y posteriormente en el país.
No pasarán dos años y aparecerá quien diga: "Presidente, el país lo necesita a usted. Debe reelegirse". Ya uno de los seguidores del candidato del partido oficial afirmo que "lo mejor del PLD todavía no ha gobernado". Y aunque éste diga desde un principio que no, no sería la primera persona en decir que no le interesa ese tema y caiga seducido por las mieles del poder.
Pasado esos cuatro años en el PLD habrá tres corrientes. La de Danilo Medina, la de Margarita Cedeño y la de Leonel Fernández. Leonel ha demostrado en varias oportunidades que quiere volver a ser presidente e independientemente del buen o mal gobierno que se lleve a cabo durante ese período, el desgaste será mucho mayor al que enfrenta esa organización en este momento, que teniendo un PRD dividido, con un candidato que salió del gobierno hace ocho años con una taza de rechazo bastante amplia y a pesar de los planes sociales que mantiene el gobierno, no ha podido sacar una ventaja considerable, por lo menos en la "percepción" de los dominicanos.
Sea verdad o no lo que planteo, me quito el sombrero ante el señor presidente. Con el famoso "Pacto de las Corbatas Azules" rehabilitó a Hipólito Mejía, lo ayudó a ser el candidato del PRD –según las malas lenguas- y ha logrado una división en ese partido. El Ing. Vargas Maldonado, sin percatarse de que fue utilizado por el presidente, ya que con este acuerdo puede aspirar a volver a la presidencia de la República, sigue molesto y distanciado del candidato de su partido.
En el PLD los seguidores de Leonel pusieron como condición para apoyar al candidato, la inclusión en la fórmula a la esposa del presidente. Esto más que un apoyo de Leonel a Danilo, es una garantía de que no aparecerá nadie que pueda hacerle competencia en el futuro. Porque si es cierto que se abrirían tres tendencias dentro del PLD, la de Leonel y su esposa se unirían, no siendo así en el caso de que el Lic. Medina hubiera escogido a otra persona como compañero de boleta. El candidato presidencial del PLD, sabiendo todo esto no le ha quedado otra que aceptar todo lo que le impongan y mantener cierta distancia y subordinación ante la figura de Leonel Fernández.
De no ser las cosas como las planteo, también me quito el sombrero. Esto demostraría que el presidente es todo lo contrario a como lo definen sus adversarios, que es una persona egoísta y que le importa perder fuerza o liderazgo dentro y fuera de su partido, algo que le ha costado muchos años consolidar. La historia lo vería de otra manera y no como la persona que no perdió en ninguna contienda en la que se presentó, o como la persona que más obras de importancia ha construido, como el desafío que presentó en una de sus intervenciones.
Nuestro presidente ha salido más conocedor, que conocido; más agresivo, que tranquilo; pero sobretodo más astuto, que inteligente. En esta ocasión el león podría ser un camaleón.