"Un hombre salió de su casa, cuando regresó no halló con qué escribir, solo encontró una hoja en blanco y se desmayó, pensando en cómo encontraría el final de la historia"
Génesis Álvarez Martínez
(No es un fragmento)

Kafka ha creado en sus obras un mundo caótico donde los personajes viven desconcertados y abandonados a su soledad, ejemplos por demás encontramos en El Castillo (1926) y en El Proceso (1925). Sartre continuó esta corriente con La Nausea (1938) donde su protagonista Roquentin se ahoga en el vacío y el tedio de su vida. Estos tipos de trama son los precursores del sentimiento generado en el periodo entre guerras, un sentimiento de angustia por la muerte y la vaguedad de la vida que da origen a la concepción existencialista del absurdo y su consecuente "literatura del absurdo". "La cantante calva" (1950), antipieza de Ionesco fue la obra inaugural del antiteatro genero donde tiene mayor auge la literatura del absurdo. 

Ahora bien, cómo podrá ser heredera de esta ideología una persona que por su edad y por la época que le toca vivir no conoce la magnitud de una guerra. Sin embargo este micro relato cumple con todas las características del antiteatro (un antiteatro puro, sin machas del "teatro del absurdo" español que raya en el manierismo): El personaje es indefinido, además se mantiene una estructura tradicional de "planteamiento, nudo y desenlace" (poco común en minificciones) en la que "nada ocurre, nadie llega, nadie se va y es terrible" (Estragón) y, sobre todo encontramos un lenguaje dislocado que delata los vicios de la comunicación humana. 

El elemento que se opone al existencialismo es, obviamente, que la importancia no descansa sobre El Hombre sino, y más bien, sobre La Obra. Desde el principio prevemos esta disyuntiva; "un hombre" ¿Qué hombre? No importa, lo que importa es "La historia", la que se mantiene ajena a su dominio e incluso a su comprensión. El hombre se reconoce incompetente, sin las herramientas necesarias, no puede soportarlo y se desmaya frente a la hoja en blanco que se mantiene como una acusación. 

Por otro lado este texto, obviando su extensión, es lo que los académicos llaman cuento. No es un texto hibrido porque a pesar de su nivel de síntesis no deambula por los previos de la prosa poética. No es un texto fragmentario porque su estructura clásica hace que mantenga una unidad y una independencia. A pesar de estos elementos este cuento no insinúa, sino que extracta; no nos propone un nuevo cosmos de sentido, a penas nos deja con "la angustia de la nada". 

De Génesis Álvarez Martínez no conozco más de lo que ven aquí, intuyo que se dedicará a lo que toda niña de 7 años se dedica y que con nuestro sistema educativo antes de que llegue a la adultez habrá olvidado esa deliciosa forma de narrativa que hoy nos brinda. De la tierra de Zacarías Espinal han salido muchos grandes, esperemos que en el futuro ella sea una gran ingeniera o doctora.