SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El politólogo y abogado, Belarminio Ramírez Morillo, manifestó que el comportamiento “inmaduro” que están teniendo los integrantes de la Junta Central Electoral (JCE) quienes han llegado a los extremos de suspender sesiones por falta de quórum “sin que ninguno de ellos tenga causas mayores para incumplir con sus funciones”, es un hecho lamentable que contrasta con el desarrollo democrático alcanzado en el país.

El experto electoral y profesor universitario expresó que con la actitud confrontada de búsqueda permanente de protagonismo mediático en que están incurriendo algunos miembros del órgano superior responsable de organizar y gerencial las elecciones, le están haciendo un lamentable daño a la JCE, y en ciertas medidas, están “echando por el suelo” la “buena” gestión de modernización del órgano electoral y de transparencia con que montaron el proceso electoral del 2012.

Ramírez dijo que algunos miembros de la JCE se están comportando como “muchachos rebeldes y malcriados”, puesto que no se comportan con la madurez que exige ser integrante de un órgano colegiado de esa importancia.

“Es decepcionante y de mal gusto presenciar cómo profesionales experimentados de la noche a la mañana se comportan como si ignoraran el mal mensaje que están mandando a la sociedad”, reflexionó el académico.

El politólogo expresó que los miembros de la JCE tienen el derecho a un voto razonado en la sesión del órgano, pero están malinterpretando ese derecho cuando utilizan los medios de comunicación de masas para exponer puntos de vistas particulares que deben debatir en las sesiones, y en que las decisiones aprobada por las mayorías como establece el Reglamento Interno y las normas elementales del Derecho Parlamentario, se convierten en las decisiones del órgano.

Panifestó que el Senado de la República está en el deber de tomar carta en el asunto, ya que el “espectáculo de mal gusto” que están dando algunos miembros de la JCE no es para nada bueno, y contrasta con los avances alcanzados en las últimas décadas en materia de institucionalidad democrática.

Adujo que el Senado de la República debe llamar a los miembros de la JCE a los fines de que le expliquen a los senadores los motivos y razones del comportamiento que están teniendo, y el órgano legislativo amparado en sus atribuciones debe hacer que los miembros de la JCE entren en razón, o de lo contrario, imponerle las sanciones correspondientes.