Las personas viviendo con VIH se mantienen en el ocultamiento de su condición a familiares y muchas veces parejas para así evitar la discriminación, maltrato y exclusión. Aún así están expuestas continuamente a la violación de sus derechos en espacios donde existe información sobre su condición.
En el estudio que hicimos recientemente (referimos en otros artículos) ”Invisibilidad y Vulnerabilidad de las personas usuarias de drogas ante el VIH y SIDA” publicado por ONUSIDA y el Instituto Dermatológico Dominicano y Cirugía de la Piel (IDCP) se muestran distintas situaciones de discriminación que sufren personas viviendo con VIH entrevistadas, entre las cuales tenemos:
a) Experiencias de discriminación laboral. “Me enfermé y me interné en una clínica. En la clínica me hicieron exámenes de SIDA sin mi consentimiento y lo entregaron a la empresa. Cuando regrese del internamiento me cancelaron.”.
b) Difamación y rechazo en relaciones personales. “En el barrio a cada rato me discriminan. Una enfermera del hospital donde me hice los exámenes de VIH vive en mi barrio y se lo dijo a todo el mundo. Hay gente que desde que me ve se echa a un lado porque creen que yo los voy a infectar”.
c) Desconocimiento de los derechos de las personas viviendo con VIH. “A mí me han discriminado un montón. Yo no sabía que habían reglas para denunciar a quienes te maltratan por VIH, yo pensaba que estaban en su derecho”.
d) Víctimas de Violencia Física. “Mi marido cuando supo que yo tenía VIH me entró a golpes. El pensó que yo lo había contagiado, pero fue al revés, el me contagió a mí. Ha sido una tragedia esta situación”.
Las personas viviendo con VIH sufren desde el silencio y ocultamiento muchas situaciones de discriminación y maltrato. Su desconocimiento sobre sus derechos las empuja a no denunciar situaciones de violencia y despidos que agudizan su vulnerabilidad y exclusión.
Nuestra población interactúa cotidianamente con personas viviendo con VIH. Esta interacción está permeada de recelos, rechazo, aislamiento, conductas que deben ser transformadas hacia el apoyo, acompañamiento y solidaridad. Esto puede ser posible con la educación y orientación sobre el VIH y las condiciones de las personas viviendo con VIH.
Los mensajes de orientación y educación deben estar dirigidos a romper con las prácticas discriminatorias. La población viviendo con VIH debe ser empoderada sobre sus derechos. La orientación e información debe incluir la ruptura con la visión de que el VIH se contagia con el contacto físico, manipulación de objetos y la convivencia en el mismo espacio.
Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY