Va poesía: que se vaya. Que no se quede

en el cuaderno, en la pantalla, que vuele

y entre por el oído y tome residencia

en el espíritu, con un permiso temporal,

porque como la mariposa monarca

tiene que escapar el invierno y encontrar

refugio esta tarde en la biblioteca pública

de Mendoza, dejando el aleteo de sus alas,

su fusión de colores, sus metáforas

como orugas que pronto transformarán

en mariposas listas para viajar de nuevo,

hasta que vuelva Va Poesía para irse

de nuevo dejando la bandada

más amplia, fortalecida, bella.