Los únicos factores que sostienen a las comedias dominicanas hechas como cine es la fama de los actores, temas actuales y personajes con quienes un determinado público se identifica.  Y las más taquilleras han sido las que explotan el machismo criollo. Aunque debemos observar el fenómeno del cine de terror que está consensuado tiene un muy buen público.

Cuando oímos a uno de esos directores de cine dominicano pontificando sobre el cine comercial lo que hace es tomarle el pelo a todo el mundo, empezando por sí mismos.

En el cine no hay nada predeterminado. Aunque hablan de comedias, no reconocen que simplemente el humor es un fenómeno cultural bastante resbaladizo. De ahí que eso de que solo las comedias dan dinero, eso es bastante cuestionable porque no responde a un axioma del mercado cultural.

Cada filme, independientemente de su factura, tiene su apelo bien diferenciado de los demás. No existe un molde donde hay una dinámica cambiante.

Quien intente realizar un filme “para toda la familia” está mostrando su deficiencia como productor. Los filmes se hacen objetivamente dirigidos a un determinado público que está más o menos conformado por el mercado del audiovisual.  Y eso se apoya en los factores arriba indicados.

El país es virgen en ese aspecto. Sin embargo quienes están invirtiendo en filmes no se asesoran con los estudiosos del mercado de la cultura dominicana.

No hay esfuerzo serio en transformar a la comedia en un fruto concreto del cine dominicano. Lo que existe son palos de ciegos. No hay una idea razonable de empresarial talentos, presupuestos y financiamientos, compatibles con el mercado de taquillas.

El ritmo ideal de compatibilidad entre inversión y tasa real de retorno  aún no lo tenemos. Y lo tendrá cuando como industria descubra ese ritmo conveniente a partir de un fruto definido para un blanco de público delimitado.

En ese sentido, todos los géneros del cine tienen cabida en una hipotética industria nacional del cine. Creo que la combinación de otros géneros  con el humor puede ser una salida.