El pasado 25/11/13, un medio de comunicación trajo el siguiente titular: “Deuda pública RD ha crecido cuatro veces más que el PIB” con un subtítulo: “Del 2000 a septiembre de 2013 ha subido 575%”

Estos datos varían dependiendo de quién o quiénes los presenten.  Las cifras, según las fuentes, establecen que de cada dólar que ingresa al país –ya sea por remesa, zona franca y el turismo- debemos dedicar de 41.5 al 44.9 por ciento solo para pagar la deuda.  Es como si un padre de familia tome dinero a crédito para jugar gallos, lotería o fiestar, dejando a los hijos sin alimentos, medicinas, calzados, escuela, etc.  Peor es que, parte del dinero del presupuesto se va en corrupción, visibles en lujos que se ostentan a la vista de todos.

Recientemente, el ex senador José Tomas Pérez escribió: “…una carrera de endeudamiento que se mueva a la velocidad con que se mueve en la R.D., solo puede tener un resultado final: el desastre”.

A pesar de que este tema, es objeto de debate permanente por los expertos, la tendencia observada debe mover a preocupación a todos.  Dicha preocupación, debe ser mayor si consideramos la postura del señor Presidente Danilo Medina.  Esta postura consiste en no pedir cuentas –no tirar piedra para atrás- aunque tiene las pruebas para hacerlo, luce estar maniatado.  Igual resulta con los hijos de los funcionarios y miembros destacados del partido, quienes fueron exonerados recientemente del fraude en aduana.

Pero más penoso es, conocer que el Presidente actúa como el síndico que tenía un hoyo en medio del pueblo mientras se celebraban las fiestas patronales y para taparlo abrió otro hoyo más adelante, para echarle la tierra al primero.  Señor Presidente cumpla con su deber, que como quiera, la historia, lo juzgará!!!