Oyendo bien el tema musical “Quisqueyanos valientes”, que nunca pasará de moda, creo que el compositor José Reyes falló al emular el aburrido estilo de la generalidad de los himnos nacionales del liberalismo decimonónico, dados a exaltar con marchas militares las glorias, falsas o verdaderas, de aquellas dudosas independencias nacionales que nacieron bajo el ominoso signo de la dependencia. ¿Por qué no se le ocurrió a Reyes musicalizar los versos de Emilio Prouhdome a ritmo de merengue? (Porque sería fantástico, por ejemplo, un arreglo de Juan Luis Guerra para bailar en nuestras fiestas patrias).