(A Charles Dickens)
Durante estos tiempos "pascueros" circulan dos cuentos de navidad que son muy redituables para los dos tipos de comerciantes que los auspician, los propiamente dichos y las iglesias.
Los primeros han creado la ilusión en los niños: que Santa Claus sale del Polo Norte con un saco de juguetes para los que se portan bien y obedecen a sus padres. Los segundos han creado otra ilusión para adultos: que existe un niño Jesús (y tres reyes en camellos) que viene de los cielos con un saco lleno de gracias, para regalar la Vida Eterna a los que se porten bien y obedezcan a su clero.
Los unos recogen sus riquezas de las ventas de regalos y los otros de sus diezmos.
Pero a ambos, como los cueros, por más que hablen de amor y otras vainas solo les interesa el dinero. Alegrémoslos señores que llegaron los tiempos pascueros.