El verano es el periodo de tiempo que todo estudiante, unos más que otros, espera con ansias que llegue. El verano no solo sirve como una salida del estrés producido por los trabajos escolares, sino que además de ayudar a obtener un descanso, significa una escapatoria para cualquier abusado de alejarse de su abusador por unos meses.
Este tiempo resulta ser un periodo de alivio abrumador ya que el individuo se da cuenta que este respiro es temporal ya que después de esas cuatro semanas de tregua, deberá de retornar al colegio para cumplir con sus obligaciones. Allí iniciará nuevamente el calvario y sufrirá los mismos o distintos embates.
Muchas veces, lo que ocurre durante el verano es que el abusado, el cual es molestado en ocasiones por aspectos físicos y características modificables, trata de cambiar o remover cualquiera de dichos rasgos o defectos, si se pueden considerar así, que causen esa actitud hostil o comportamiento recibido de parte de los demás.
Algunas veces, el abusado logra, de esta manera, librarse del bullying y del ambiente enemigo recibido en los colegios, aunque en el proceso de conseguirlo tenga que cambiar, modificar su aspecto físico o su esencia, para agradar a los demás. Sobre todo si al hacerlo ve que los motivos para maltratarlo desaparecen.
Los abusados se esmeran por perder las libras de más; por iniciar un tratamiento para acabar con el acné; por sustituir las gafas por lentes de contacto para mejorar su apariencia física; por tomar clases para mejorar en futbol o beisbol y así poder jugar en el equipo o ser convidado a participar; por invertir en su guardarropa para verse más fashionista; por cambiar el look del pelo. Todo lo que sea necesario y permitido dentro de esas cuatro semanas de oportunidad que tenemos para lograr ser diferentes. Siempre con la esperanza de que al regresar las cosas también no serán como siempre.
¡No tan rápido!
Aunque algunos estudiantes vean el verano como ese tiempo de revindicación y segunda oportunidad para auto mejorarse, la triste realidad es que durante el verano nadie está completamente a salvo del bullying.
Como el bullying y el maltrato pueden disminuir en este período de tiempo, así mismo puedo incrementar. Ahora que los estudiantes tienen mayor tiempo de ocio, son menos supervisados y por personas desconocidas. Esto fomenta un ambiente positivo que ofrece amplias oportunidades para que el abusador pueda escoger a su victima, volviendo el verano de esta, uno miserable.
El bullying durante el verano puede ocurrir de la siguientes maneras: en campamentos (con dormida y sin dormida), en programas recreacionales de la comunidad, en los parques, vecindarios, en los centro comerciales, en las piscinas, en los autobuses y por medios sociales (cyberbullying).
El cyberbullying es cuando te envían mensajes ofensivos por chat, por medios sociales y cuando te hacen llamadas de broma agravantes. Estudios conducidos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos revelan que más del 16% de estudiantes en bachillerato habían reportado que fueron victimas del bullying por vías electrónicas.
En conclusión, el bullying puede ocurrir siempre que los niños se reúnen. El maltrato no solo se limita a los salones de clase. El hablar con sus hijos acerca del bullying, ensenándole medidas para como prevenir y como actuar respecto a ellas es tan importante durante el verano, al igual que durante el año escolar.