Desde hace varios días circula en correos electrónicos de los medios de comunicación y las oficinas del gobierno un pasquín que procura minar la confianza del presidente Danilo Medina con sus funcionarios más cercanos, en especial el Ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo.
El pasquín, anónimo por supuesto, se nutre de datos que presenta como verdades sobre las supuestas pugnas por el poder entre Gustavo Montalvo, Carlos Pared y José Ramón Peralta, los más cercanos funcionarios y los de más confianza del presidente Danilo Medina.
Lo grave del documento es que sugiere la idea de que el presidente Danilo Medina se encuentra “ante un grave peligro”. Aparte de que difama, inventa, sugiere, tritura y se regodea en supuestos hechos, presenta a los profesionales de la escucha telefónica ilegal como si fueran verdaderos paladines de la justicia, que al final serán los que salvarán al presidente de la República de los peligros que le rodean.
Si algo debe hacerse en el gobierno, rápidamente, es terminar la relación de los organismos del Estado con los violadores de las leyes que prohíben las escuchas telefónicas. Hay que impedir que el Departamento Nacional de Investigaciones se sirva de esos señores, lo mismo que la Policía Nacional o las Fuerzas Armadas.
El país tiene que ser saneado. Quienes trafican con información, incluso utilizando la figura del Palacio Nacional, del presidente de la República, de los ministros, deben pagar con la cárcel sus fechorías.
A riesgo de que nos escuchen a nosotros ahora, o de que nos asedien y nos traten de violar nuestros derechos a la privacidad, hay que reiterar que el gobierno tiene que ponerle fin a esa canallada, que ha llegado a colmos inauditos, como este pasquín nauseabundo que circula con impunidad en las redes de Internet.
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