La perversidad más grande es la que pretende lanzar lodo sobre todo un país, sobre una nacionalidad, sólo porque algunos de sus ciudadanos cometan hechos reñidos con las leyes.

Estos prejuicios estúpidos han sido lanzados en distintas épocas contra judíos, italianos, alemanes, dominicanos, rusos, colombianos y mexicanos, por sólo citar algunos ejemplos.

En los últimos días circula un pasquín en el cual se tergiversa la información legal sobre la constitución de la compañía Acento SRL, sus accionistas y su capital suscrito y pagado.

Esa manipulación, a la cual ha echado mano un reconocido lenguaraz, desesperado por no poder desmentir los reportajes debidamente sustentados de Acento.com.do, pretende presentar como un hecho raro o sospechoso que uno de nuestros accionistas sea el joven ciudadano colombiano Juan Camilo Cortés.

Con un abrazo solidario a Juan Camilo Cortés,y a su señora esposa, queremos enviar un mensaje de desagravio a Colombia, ese gran país que tanto ha dado a la humanidad

Juan Camilo es un joven profesional digno de admiración y emulación. Desde la adolescencia vino a vivir a República Dominicana con su padre, reputado profesional de las tecnologías de la comunicación, y con su tía, excelente diseñadora de periódicos.

Trabajó con los ejecutivos de Acento.com.do cuando fundaron el portal Clave Digital. Fue fundador de Acento.com.do, tomando parte fundamental en su diseño y desarrollo tecnológico. Parte de sus estudios profesionales los hizo en la Universidad APEC. Hoy es editor multimedia de Acento. Está casado con una joven profesional y emprendedora dominicana.

Como la gran mayoría de los más de 47 millones de colombianos, Juan Camilo y sus familiares son personas de trabajo y sin ninguna tacha. Por su responsabilidad y entrega en sus labores profesionales, los directivos de Acento.com.do decidieron premiarlo otorgándole un porcentaje de las acciones, convirtiéndolo en copropietario, hecho que nos alegra y honra.

Sólo mentes retorcidas pueden considerar sospechosa o rara a una persona por su nacionalidad.

Ya en el pasado el abogado Marino Vinicio Castillo (alias Vincho) sugirió que se levantara un “censo” a los colombianos residentes en la República Dominicana para saber a qué se dedican. Su “brillante” sugerencia fue hecha en septiembre de 2009, luego que las autoridades confiscaran US$4.6 millones en una yipeta, dinero que atribuyó a manos colombianas. Sin embargo, luego se informó que el dinero era propiedad del narcotraficante puertorriqueño (no colombiano) José Figueroa Agosto.

Con un abrazo solidario a Juan Camilo Cortés, y a su señora esposa, queremos enviar un mensaje de desagravio a Colombia, ese gran país que tanto ha dado a la humanidad. Sólo los obcecados se niegan a reconocer los aportes de ese gran pueblo.