La Casa Blanca rechazó este martes el proyecto de ley anunciado por líderes republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos para evitar la suspensión de pagos a la que parece encaminarse la administración pública estadounidense y lo calificó de "inaceptable" para el gobierno del presidente Barack Obama.

Amy Brundage, portavoz de la Casa Blanca, dijo que el plan era "un intento partidista para tratar de apaciguar a un pequeño grupo de republicanos perteneciente al Tea Party, que fue el que provocó el cierre del gobierno".

El presidente de la Cámara, John Boehner, propuso una alternativa a un plan propuesto antes por el Senado. Pero a diferencia del propuesto por la Cámara Alta, controlada por los demócratas, la versión de los diputados afectaría la reforma sanitaria conocida como Obamacare.

Según Brundage, los demócratas y republicanos del Senado han estado trabajando de buena fe para poner fin al estancamiento económico y "es hora de que la Cámara haga lo mismo".

El próximo 17 de octubre se cumple el plazo para aumentar el límite de la deuda de EE.UU. (US$16,7 billones) y evitar un histórico default.

Propuestas paralelas

"Desafortunadamente, la última propuesta de los republicanos de la Cámara es un intento partidista para tratar de apaciguar a un pequeño grupo de republicanos perteneciente al Tea Party, que fue el que provocó el cierre del gobierno"

Amy Brundage, portavoz de la Casa Blanca

No está claro si el Congreso podrá alcanzar un acuerdo a tiempo que evite una calamidad económica en EE.UU. y en todo el mundo.

Tanto el plan del Senado, anunciado la noche del lunes, como el proyecto de la Cámara de Representantes revelado este martes, financiarían al gobierno hasta mediados de enero y elevarían el techo de la deuda hasta febrero, lo que daría tiempo a los negociadores para acordar un presupuesto a largo plazo.

La propuesta del Senado retrasaría durante dos años el impuesto por empleado que deberán pagar las empresas y sindicatos por los planes de salud de los trabajadores.

El plan de la Cámara, por su parte, dilataría el impuesto sobre los instrumentos médicos usado para pagar por los subsidios de salud vigentes en la ley y eliminaría los subsidios de salud para el presidente, el vicepresidente, los miembros del gabinete del presidente y los miembros del Congreso.

Ambas propuestas incluirían requisitos de verificación de ingresos para los estadounidenses que busquen subsidios públicos para comprar un seguro de salud.

La ley de salud aprobada en 2010 y posteriormente validada por la Corte Suprema, fue un tema central en las elecciones presidenciales de 2012, que Obama ganó con facilidad. Muchas de las disposiciones fundamentales ya han entrado en vigor y otras esperan comenzar el próximo año.