Un caso que empañó directamente la gestión de Danilo Medina fue el caso de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), luego del suicidio en 2015 del arquitecto David Rodríguez García, quien destapó la existencia de una red de corrupción que se había enquistado en esa entidad.

Los cuatro imputados de integrar una mafia que a lo interno de la OISOE extorsionaba a arquitectos e ingenieros que ganaron mediante sorteo la construcción o remodelación de escuelas, fueron sometidos a la justicia y condenados a 6 y cinco años de prisión.

El Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional declaró culpables a Alejandro de los Santos Serrano, Yoel Soriano Fabián, Julio Rafael Pérez Alejo y Juan Ernesto Romero Pérez de extorsionar al arquitecto David Rodríguez.