BARCELONA, España.- La escritora británica Joanne Harris vuelve con su última novela, "El perfume secreto del melocotón", al paisaje de su popular libro "Chocolat", que se popularizara con la versión cinematográfica homónima que protagonizó Johnny Depp y Juliette Binoche.

En "Cholocat" Vianne Rocher llegaba al pueblo de Lansquenet para abrir una chocolatería frente a la iglesia, pero para el cura del lugar, Francis Reynaud, la presencia de esta singular mujer representaba la tentación y el pecado.

En su nueva novela, Vianne, que vive en París desde "Zapatos de caramelo", donde regenta una bombonería en Montmartre, recibe una inesperada carta de una amiga difunta que la devuelve a Lansquenet.

Harris explica en una entrevista con Efe que "quería escribir un libro sobre el velo islámico, el nikat, porque en Francia había un debate sobre su uso en público y el gobierno hablaba de prohibirlo, como así sucedió después".

La argucia literaria de la carta tuvo como punto de partida una estadística que leyó según la cual "solo en Francia se escriben unas 500,000 cartas dirigidas a personas fallecidas y entonces pensé en qué pasaría si los muertos respondieran".

Sobre los personajes, Harris, hija de padre inglés y madre francesa, señala que "han pasado 8 años desde 'Chocolat' y el tiempo los ha cambiado: Vianne ha tenido otra hija y es ahora madre de una niña de 8 años y de una adolescente".

Esta maternidad, comenta la autora, lleva a Vianne a pensar que "ahora es más importante encontrar un lugar donde sentar la cabeza y buscar la seguridad; y además ha madurado como persona".

El cura Reynaud también ha cambiado, "se ha suavizado y se ha convertido en mejor persona, después de haber experimentado por primera vez que te rechacen, que es el primer paso para cuestionarte tus creencias".

Lansquenet sigue siendo el mismo pueblo encantador de piedra y de callejuelas estrechas, pero el paisaje humano ha cambiado ostensiblemente y "las comunidades musulmanas ocupan ahora el lugar que tradicionalmente habitaban los gitanos o las poblaciones nómadas".

El río es la frontera natural entre la población local y los musulmanes, y el único elemento de comunicación es un puente, pero "ambas comunidades están satisfechas de no tener comunicación con la otra, y ambas tienen un líder religioso fuerte".

Si en "Chocolat" el ritmo de la vida de Lansquenet se guiaba por el tiempo de la Cuaresma, en "El perfume secreto del melocotón" (Duomo) los personajes están marcados por el Ramadán, el tiempo de ayuno islámico.

"Hay un círculo deliberado entre ambos libros y por eso se construyen en torno al ayuno", anota Harris, para quien "en general, todas las comunidades presentan más similitudes que diferencias, porque en definitiva a un lado y al otro del río hay dinámicas humanas".

En su nueva novela, Joanne Harris vuelve a construir una obra multisensorial, en la que el lector puede captar sonidos, olores, colores: "forma parte de mi visión del mundo, en la que el libro es una narración total, no solo visual o vocal".

La autora británica no descarta volver al papel con Vianne, pues no cree que será su final, si bien dice no saber "por dónde saldrá, pero seguramente Vianne vuelva a mí con otra historia y entonces la escribiré".

"El perfume secreto del melocotón" habla también de la intolerancia de las personas, que nada tiene que ver con las religiones: "En todo caso, son las personas las que utilizan esas creencias como excusa para ejercitar la intolerancia".

Los lectores que creyeron que "Chocolat" era una lucha entre el bien y el mal descubrirán en esta nueva novela que no era así y Harris, que nunca hizo esta lectura, pretende "cuestionar las presuposiciones" para que el lector "llegue a una verdad distinta de la percepción inicial".

Harris estaría contenta si "El perfume secreto del melocotón" se llevara al cine, aunque "si hubiera otra adaptación, me gustaría implicarme más en el proyecto, porque tengo ahora más experiencia", confiesa la escritora.