Considero que a los nuevos cineastas y espectadores cubanos quieren hacer y ver otras cosas distintas a las que puntualizó el maestro Tomás Gutiérrez Alea.

Aunque no cabe duda que lo realizado por Titón ha servido de referencia permanente dentro del cinema cubano.

Este cine ha tratado siempre de definir caminos diferentes, aunque parezcan angostos, ha sabido siempre dibujar una ciudad, una mentalidad y un cine netamente cubano, caribeño y latinoamericano.

Acerca del tema que toca en esta ocasión puedo decir que la referencia más cercana es aquel animado “Vampiros en La Habana” (Juan Padrón, 1985). La historia de unos vampiros que pululan en La Habana con toda y sus ansias de sangre cubana.

Ahora con el texto de Alejandro Brugués (Personal Belongings, 2006) se vuelve a tocar el tema, pero dentro del subgénero de los zombies. Una divertida jugada que sirve para hacer críticas, parodias y un conjunto de referencias que son obvias y necesarias al momento de contar la historia.

Juan, de cuarenta años, ha dedicado gran parte de su vida a vivir prácticamente sin hacer absolutamente nada. Junto a su compinche Lázaro pululan por la ciudad habanera buscando siempre problemas. El único lazo sentimental de Juan es con su hija Camila, producto de una relación con una española.

Pero de repente, sin ninguna explicación aparente, la vida de la ciudad se torna oscura y terrorífica cuando van apareciendo una oleada de muertos vivientes, situación que pone en alerta a Juan y sus relacionados para asumir controles de supervivencia dentro una ciudad infestada

Lo que Brugués se dedica en la hora y media de metraje es a manipular un subgénero a su favor haciendo críticas salpicadas de ironía sobre la situación del cubano promedio y su diario vivir.

Sacando un poco de ventaja desde  que George A. Romero y compañía rodasen en Pittsburgh “La Noche de los Muertos Vivientes” (Night of the Living Dead, 1968), “Juan de los muertos” asume estas características haciendo un filme dinámico  y divertido, ofreciendo una visión única del tema en el cine caribeño.

Referencias definitivas a cintas como “Shaun of the Dead” de Edgar Wright, “Operación Dragón” (Enter the Dragon, Robert Clouse, 1973) y “Nueva York Bajo el Terror de los Zombis” (Zombi 2, Lucio Fulci, 1979), hacen de este trabajo un compendio de lo mejor del contenido.