Protesta ante la sede de la Corte Suprema de Estados Unidos en Washington DC

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Grupos contrarios a la pena de muerte se movilizan con cierta frecuencia en Estados Unidos.

Los detalles del crimen no podían ser más escabrosos.

Según las pruebas presentadas durante el juicio, el 17 de noviembre de 1991 Vicente Benavides Figueroa violó y sodomizó a una bebé de 21 meses, que de acuerdo a la acusación murió posteriormente a causa de las lesiones.

El 16 de junio de 1993, Benavides fue sentenciado a muerte.

Este hombre de 68 años, mexicano residente en California, mantuvo siempre su inocencia.

Tras una larga batalla legal, la Corte Suprema de California declaró esta semana que las pruebas (incluido el informe de autopsia del forense) eran falsas y revocó la condena.

El caso de Benavides, que ha pasado más de 26 años en la cárcel y más de 24 en el corredor de la muerte, no es el único.

Vicente Benavides (Foto: Departamento de Correccionales de California)

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Vicente Benavides podría salir libre tras más de 26 años en la cárcel. (Foto: Departamento de Correccionales de California)

Un terrible suceso

Consuelo Verdugo, de 21 meses, fue trasladada de urgencia al centro médico regional de Delano, en California, con serias lesiones en el abdomen.

Era el 17 de noviembre de 1991 y la niña y su hermana de 9 años estaban al cuidado de Vicente Benavides Figueroa, que entonces tenía 42 años y salía con la madre de las pequeñas.

Consuelo presentaba lesiones en la cabeza y las costillas y, tras ser tratada en tres centros médicos diferentes, murió una semana después.

El forense estableció como causa de la muerte "traumatismo por herida por penetración anal" y, con base en ese informe, la fiscalía pidió la pena de muerte para Benavides por violación o acto de sodomía y asesinato.

Según la versión de Benavides, la nena salió del apartamento mientras él preparaba la cena.

Al darse cuenta de que no la oía, fue a buscarla y la encontró tirada cerca del aparcamiento. Estaba herida. La madre regresó de inmediato del trabajo y se fueron al hospital.

Un hombre pide que se haga justicia para las víctimas de crímenes

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En Estados Unidos también hay grupos que defienden la aplicación de la pena de muerte y piden que se tenga en cuenta a las víctimas.

Durante el juicio, los abogados de Benavides basaron su defensa en que la niña pudo ser golpeada por la puerta o por un auto cuando estaba fuera.

Pero la acusación presentó informes médicos con todo lujo de detalles sobre las heridas internas que sufrió la bebé y mostró impactantes imágenes de sus genitales.

El jurado dictaminó la pena de muerte.

Pruebas falsas

En su lucha por demostrar su inocencia, Benavides se puso en manos del Habeas Corpus Resource Center, una organización con sede en San Francisco que asume la defensa de indigentes o personas con escasos recursos.

Esta organización logró demostrar que ciertos registros médicos clave y fotografías de la víctima nunca fueron entregados a uno de los expertos que testificaron para la acusación.

Sin ver esa información, el doctor Jess Diamond declaró durante el juicio que Consuelo Verdugo fue sodomizada.

"He estado muy preocupado por este caso", escribió Diamond en una declaración de 2012.

En dicha declaración, Diamond dijo que el autor de la autopsia, el patólogo James Dibdin, se equivocó por completo.

Para estar seguro, el médico consultó con otra doctora, Astrid Happenstall Heger, considerada la mayor experta en el campo del abuso y agresión sexual a niños.

Interior de la cárcel de San Quintín, en California

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Cientos de personas han sido exoneradas de sus condenas gracias a la revisión de sus casos en los últimos años en Estados Unidos.

Diamond concluyó que la nena no fue ni violada ni sodomizada y que el desgarro anal y la inflamación de la pequeña fueron causados, accidentalmente, por los procedimientos médicos para intentar salvarla.

"Estoy convencido de que este caso representa un tremendo fallo de nuestro sistema de justicia penal", opinó el doctor.

"El jurado basó su decisión de condenar y sentenciar a muerte a Benavides en una información médica fundamental que resultó ser errónea.

"No creo que Benavides recibiera un juicio justo y ofrezco esta declaración con la esperanza de que los procedimientos legales actuales corrijan esta injusticia", expuso.

Otros expertos coinciden con la visión de Diamond.

El doctor William Kennedy, experto en urología pediátrica, dijo creer "con un alto nivel de certeza médica" que Consuelo no sufrió penetración anal ni vaginal.

Barbara O'Brien (Foto: Barbara O'Brien)

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Barbara O’Brien es la editora del Registro Nacional de Exoneraciones en Estados Unidos. (Foto: Barbara O’Brien)

Y la jueza Carol Corrigan, de la Corte Suprema de California, expuso lo siguiente en la resolución de retirar la sentencia a muerte a Benavides:

"La falta de tono rectal de Consuelo, que inicialmente se atribuyó a una lesión por penetración, fue probablemente resultado de la medicación que recibió, junto con el tratamiento y las operaciones realizadas".

Por su parte, la jueza Tani Cantil-Sakauye indicó que las acusaciones de agresión sexual fueron como una bomba lanzada sobre el jurado que impidió que sus miembros consideraran otras posibles causas de muerte.

Cientos de casos y miles de años perdidos

El sorprendente giro en el caso de Benavides coincide con la publicación del informe "Exoneraciones de 2017″, realizado por el Registro Nacional de Exoneraciones, un proyecto en el que colaboran varias universidades de Estados Unidos.

Según el informe, al menos 139 personas condenadas a prisión en EE.UU. fueron exoneradas el año pasado.

La mayoría se lo debe al trabajo de abogados en oficinas de fiscales y organizaciones privadas que se dedican a identificar condenas erróneas, como es el caso del centro de hábeas corpus que asumió la defensa de Benavides.

"Las causas de condenas erróneas siempre han estado ahí: testigos que se equivocan, confesiones falsas, perjurio, pruebas defectuosas y malas prácticas de las autoridades", le dice a BBC Mundo la profesora de derecho Barbara O’Brien, editora del registro.

"Hace 50 o 100 años, un condenado que era inocente no tenía a quién acudir. La razón principal por la que estamos viendo más exoneraciones es que los presos pueden buscar ayuda de organizaciones que están comprometidas a revocar condenas erróneas".

ADN

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Los avances en la investigación de las pruebas de ADN han ayudado a rectificar numerosos casos judiciales.

De acuerdo a los datos del registro, desde 1989, cuando se empezaron a usar pruebas de ADN para revocar condenas, al menos 2.100 personas se han visto liberadas.

De media, cada acusado exonerado el año pasado pasó 10,6 años tras las rejas, sumando un total de hasta casi 1.500 años perdidos a la espera de una absolución.


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