Juguetes para inspirar a niñas a ser ingenieras

A Debbie Sterling siempre le atormentó una cifra que la acompañó durante los años que duró su carrera de ingeniería en la Universidad de Stanford: sólo el 11% de los ingenieros en Estados Unidos son mujeres. "Investigando me di cuenta de que la mayoría de ellas, por alguna razón, perdía el interés por la ciencia cuando tenían 8 años. Y no es una cuestión de biología. Es una cuestión cultural, cuando vas a una tienda de juguetes te das cuenta que nos quieren convertir en una princesa", explicó durante una conferencia este año. Por esa razón, después de darle vueltas al asunto, Sterling decidió que lo mejor que podía hacer para que ese porcentaje aumentara era crear un juguete que "estimulara" a las niñas a construir. A interesarse en la ciencia. De allí nació Goldieblox, al mejor estilo de Lego y otros juguetes de armado, que le enseña a las niñas a construir su propia diversión, pero que, a diferencia de una muñeca o un juego de té, invita a continuar la aventura mediante el aprendizaje. "La idea es que las niñas aprendan a construir cosas, a partir de su imaginación pero también resolviendo problemas", explica Sterling.
Una caja sorpresa
Debbie Sterling nunca recibió ningun estímulo para estudiar ingeniería.
Entender el por qué
Sterling nació en Rhode Island, un estado en el norte de EE.UU., donde no tuvo ningún tipo de inspiración ni en la primaria, ni en la secundaria para convertirse en ingeniera."Yo solo quise ser ingeniera cuando iba a terminar la secundaria. Y cuando llegué a la universidad me tocó ser una de las pocas mujeres que lo estudiaba. Los profesores se burlaban preguntando a la clase si yo merecía graduarme"
Debbie Sterling, creadora de Goldieblox
El video viral
Aunque se podría pensar que es una historia más de emprendimiento, Goldieblox se volvió viral. En un principio, Sterling había aparecido en un video donde mostraba su idea y la presentaba, sin muchas pretensiones. Sin embargo, hace un par de meses publicó el primer comercial de su producto: un plano secuencia de tres niñas que armadas de juguetes construyen una red de máquinas, mientras en el fondo se escucha un cover de la famosa canción de los Beastie Boys, Girls.Este fue el prototipo que utilizó Sterling para desarrollar su proyecto.
¿Sexista?
La cajita rosada para las futuras ingenieras, como lo proclama su empaque, también pone otro tema sobre la mesa: el estereotipo de género de los juguetes. Hace un año, Hamleys, una conocida y antigua tienda de juguetes en Londres, decidió retirar las etiquetas que definían el género de los juguetes que tenían a la venta. No hubo más azul ni rosado para diferenciar qué productos querían los niños y las niñas. "En medio de la actualización de nuestra tienda, creemos que nuestra señalización es un poco confusa, por eso hemos tomado esta decisión", explicó el comunicado dado a conocer por la empresa. También otra tienda emblemática inglesa, Harrods, había entrado en la moda de evitar dividir los gustos de niños y niñas y desde 2012 decidió neutralizar su zona infantil. Sin embargo, Sterling no quiere caer en polémicas: "Yo no quiero que a las niñas les dejen de gustar las princesas. A mí me encantan, pero mi idea va más allá". "Quiero que se apasionen por algo que les servirá para construir cosas", recalcó.Noticias relacionadas