Para festejar los 50 años del equipo Industriales, muy popular en la isla caribeña, el gobierno ha permitido que un grupo de veteranos juegue contra sus propios excompañeros emigrados a EE.UU. en el pasado. Muchos lo consideran un signo de una nueva era.

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Grandes estrellas en la historia del béisbol cubano protagonizarán este sábado un encuentro sin preeedentes.

Para marcar los 50 años del legendario equipo Industriales, veteranos del club, también conocido como "los Azules" o "Leones de la capital", se enfrentarán a sus propios excompañeros emigrados en el pasado a Estados Unidos.

Dos encuentros tuvieron ya lugar la semana pasada en Tampa y un tercero se celebrará el sábado 31 de agosto en Fort Lauderdale, la localidad más cercana a Miami que lograron asegurar los organizadores, la empresa Somos Cuba Entertainment Group.

La dificultad en hallar campos en Miami dispuestos a recibir a los veteranos beisbolistas dejó en claro que hay heridas que ni el deporte tan amado por cubanos dentro y fuera de la isla ha podido sanar.

Después del triunfo de la revolución en 1959 Fidel Castro prohibió el deporte profesional y las ligas profesionales fueron sustituidas por las series nacionales de pelota.

Niño en Cuba en un partido de béisbol de Industriales

No son juegos

Aunque se trata de un encuentro deportivo para resaltar cómo el béisbol hermana a cubanos a ambos lados del estrecho de La Florida, la visita de los Industriales se ha visto envuelta en polémica y hasta cierta hostilidad por sectores del exilio.

La Universidad Internacional de Florida (FIU) iba a prestar su estadio para el encuentro en Miami hasta que, repentinamente retiró el apoyo aduciendo “asuntos contractuales”, según el comunicado que presentó como explicación.

Algunos acusan a la universidad de ceder ante la presión del exilio más radical, quienes consideran que el béisbol es usado por el gobierno cubano como herramienta de propaganda.

El diario The Miami Herald informa que el caso motivó al a Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) a solicitar información para determinar si se violó el derecho constitucional de los organizadores del partido.

En caso de que se demostrara que la FIU negó sus espacios para evitar un conflicto político con los detractores del gobierno cubano, la ACLU estima que se habría violado el derecho a la libre expresión consagrado en la Primera Enmienda.

En esa caso, es muy probable que se presente una demanda contra los responsables de la decisión y que el recuerdo del evento deportivo quede gravitando en las cortes de Miami.

Yasiel Puig

Yasiel Puig firmó con los LA Dodgers for US$42 millones.

Algunos deportistas desertaron y firmaron contratos en Estados Unidos, pero otros, como Antonio "Tony" González, decidieron continuar su carrera en la isla.

"Me siento como un niño, casi no puedo domir esperando que llegue el día del juego", dijo González a la corresponsal de la BBC Sarah Rainsford, antes de partir hacia Florida.

La lista de ex peloteros la integran figuras de varias generaciones.

"Encontrarme con mis compañeros del equipo Industriales como Pedro Chávez, Armando Capiró, Pedro Medina, Tony González y Rey Vicente Anglada, es un motivo de orgullo personal. A los otros que jugaron en otras etapas será agradable conocerlos", dijo a la prensa estadounidense Manuel Hurtado, considerado uno de los grandes lanzadores en la historia del club.

El viaje de las leyendas del béisbol a Florida fue posible por la política de intercambios culturales y deportivos, impulsada por la administración de Barack Obama desde 2009.

"Industriales para siempre"

Cuando llegaron al Aeropuerto Internacional de Miami, los veteranos cubanos salieron del avión vistiendo la camiseta azul.

Y entre quienes fueron a recibirlos estaba René Arocha, el primero en dar el salto a las Ligas Mayores de Estados Unidos en 1991. Arocha desertó durante una escala en el aeropuerto de Miami.

Muchos otros siguieron su camino. Dos jóvenes beisbolistas desertaron el mes pasado y José Dariel Abreu, del club Cienfuegos, una de las grandes figuras del béisbol cubano, abandonó la isla al igual que su antiguo compañero Yasiel Puig, quien tras irse el año pasado firmó un contrato con los LA Dodgers for US$42 millones, indicó Sarah Rainsford.

El gobierno cubano ha permitido recientemente visitas de algunos exdeportistas que abandonaron la isla.

Pero para la gran mayoría de los veteranos de Industriales, el partido en Florida será la primera oportunidad para volver a ver a sus antiguos compañeros.

"Son parte de nuestra vida y de la historia del béisbol", señaló Lázaro Valle antes de partir rumbo a Florida. Valle dijo esperar especialmente su reencuetro con Orlando "El Duque" Hernández, quien abandonó Cuba en un bote en 1997 y firmó un contrato con los Yankees de Nueva York.

Para Tony Gonzalez, "cuando alguien se va afecta a los que permanecen, pero siguen siendo Industriales para siempre".

Transformación

Otro de los veteranos que vestirá la franela azul este sábado es Lázaro Vargas.

Hombre jugando béisbol frente a una imagen de Fidel Castro

El béisbol ha sido utilizado como propaganda por el gobierno cubano, según críticos.

Llegaron a ofrecerle unos US$10 millones para marcharse de Cuba, pero se negó, señala nuestra corresponsal.

Vargas ve ahora una discreta pero radical transformación del béisbol cubano que podría ayudar a disminuir el número de deserciones, agrega Rainsford.

Este año tres peloteros pudieron jugar para un equipo profesional en México y regresar sin problemas. Los contratos con clubes de México fueron cercanos a los US$10.000 al mes y el instituo del deporte de Cuba dijo que los deportistas se quedaron con gran parte del dinero.

Los tres peloteros ya están de regreso con sus equipos en Cuba, donde un beisbolista gana en promedio cerca de US$20 al mes.

"Es un gran cambio", dijo Vargas, para quien esta transformación ayudará no sólo a prevenir deserciones sino a mejorar el nivel del béisbol cubano.

En Fort Lauderdale, los viejos amigos se preparan para un encuentro emotivo.

Algunos jugadores declararon a la prensa que en su reencuentro no tiene lugar la política y que el fin es ante todo confraternizar.

"Será más difícil ahora. Los músculos duelen más", admitió a la BBC Vargas, de 49 años.

"Pero creo que será un buen juego, ellos no quieren perder y nosotros tampoco".