Germaine Greer

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La autora y feminista australiana sostiene que el movimiento #MeToo no está protegiendo a las mujeres.

"Si abres tus piernas porque él te dijo 'trátame bien y te doy un trabajo en una película', entonces me temo que eso es equivalente a consentimiento".

Eso fue lo que dijo en enero Germaine Greer, una de las principales voces feministas de finales del siglo XX, respecto a las decenas de mujeres que salieron a denunciar por acoso y abuso sexual al productor de cine estadounidense Harvey Weinstein.

Las supuestas víctimas de Weinstein, inicialmente del ámbito cinematográfico, se han identificado con decenas de miles más en todo el mundo bajo el movimiento #MeToo (Yo También), que insta a las mujeres a compartir sus historias de acoso y abuso sexual por parte de los poderosos.

La célebre autora e intelectual australiana habló este martes con la BBC a unas horas de participar en un debate sobre si #MeToo ha logrado algo positivo.

Algunos críticos consideran que el movimiento se ha exagerado en su alcance pero Greer opina que "ni siquiera ha ido a ninguna parte".

"Ninguna de las cosas que estamos haciendo están surtiendo efecto para proteger a las mujeres de abuso", declaró la feminista, e insistió en que había que redefinir lo que es violación.

Ajuste de cuentas

El 15 de octubre de 2017, la actriz Alyssa Milano lanzó un mensaje en Twitter que decía: "Si todas la mujeres que han sido acosadas o asaltadas sexualmente escribieran MeToo como su estatus, tal vez tendríamos una dimensión del problema".

Alyssa Milano

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Un mensaje de Alyssa Milano en Twitter, lanzó #MeToo.

Fue en respuesta a las mujeres que finalmente revelaron públicamente las dos décadas de acoso y abuso que soportaron del productor de Hollywood, Harvey Weinstein.

Las acusaciones empezaron con un par de mujeres que hablaron con el diario The New York Times que luego desencadenó una oleada de denuncias.

Destacadas estrellas como Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow, Lupita Nyong’o y Rose McGowan, entre muchas, revelaron sus historias personales con el productor.

Pronto se unieron otras mujeres de todas partes y entornos. Según Twitter, en una semana 1,7 millones de mensajes incluyeron la frase "Yo También", generando a su vez decenas de millones de comentarios.

MeToo ha llegado a representar un gran ajuste de cuentas tras décadas explotación y abuso en Hollywood y otras industrias.

"Demasiado tarde"

Sin embargo, Germaine Greer considera que, con respecto a las denuncias en Hollywood, "es demasiado tarde para empezar a lloriquear por eso".

La actriz Regina Simons (der.) con su representante legal durante su denuncia de abuso sexual contra el actor Steven Segal, en marzo 19 de 2018

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¿Muy tarde para lloriquear? La actriz Regina Simons (der.) con su representante legal durante su denuncia de abuso sexual contra el actor Steven Segal, en marzo 19 de 2018.

La influyente autora de "La mujer eunuco" encuentra sorprendente que hayan callado durante tanto tiempo. "Soy el tipo de persona que lo hubiera denunciado tan pronto hubiera ocurrido y no lo hubiera mantenido en secreto", afirmó.

Su crítica se basa en que la actitud de Weinstein era conocida, tanto dentro de la comunidad artística como por las autoridades como la policía de Nueva York que tenía una grabación encubierta hecha por la modelo italiana Ambra Battilana de un encuentro con el productor.

Greer también criticó la ceremonia de entrega de los premios Globos de Oro, en enero de 2018, donde las celebridades vistieron de negro en solidaridad con MeToo.

El gesto le pareció "teatral y artificioso" y señaló como la expresión MeToo fue realmente inventada por Tarana Burke, una mujer afroestadounidense, para referirse a un movimiento de finales de siglo XX en el sur de ese país, iniciado por unas 700.000 trabajadoras agrícolas que habían sido sexualmente asaltadas.

"Ahora ha sido tomada por la industria del entretenimiento con todo su espectáculo exagerado y publicitario".

Actrices de Hollywood visten de negro para la entrega de los Globo de Oro

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Hollywood se "apropió" del movimiento "MeToo" para su propio interés publicitario, consideró Greer.

Greer criticó las cifras altas a cambio de mantener acuerdos de confidencialidad que aceptaron algunas mujeres de la industria de Hollywood que ahora han dado sus testimonios de haber sido acosadas o abusadas.

"Es deshonroso haber aceptado eso y no es algo de lo que se pueden jactar", expresó la feminista australiana.

En una reciente noticia, sin embargo, la empresa fundada por Harvey Weinstein declaró que estaría liberando de sus acuerdos de confidencialidad a todas las mujeres que alegan acoso o abuso contra el desprestigiado productor.

La frecuente ausencia de los hombres como víctimas en la narrativa mediática es otro de los puntos que señala Greer en su crítica al movimiento MeToo.

"Si ves las denuncias que han salido, hay centenares de hombres jóvenes, entre modelos, actores…que no han obtenido la misma atención que las mujeres que denuncian abusos", dijo.

¿Eliminar el crimen de violación?

Pero Germain Greer insistió en que "no tiene sentido abordar nada de esto cuando ya no se puede tomar acción alguna debido a las leyes de prescripción".

Dijo además que el músculo legal con el que cuentan los poderosos acusados para ser defendidos es "enorme" y que ella está preocupada en que haya "una limitación de daños en lugar de una maximización… que convierta a las personas en víctimas de violación profesionales".

Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, firma en 2015 una ley de consentimiento sexual afirmativo para combatir la violencia sexual en las universidades.

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Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, firmó en 2015 una ley de consentimiento sexual afirmativo para combatir la violencia sexual en las universidades.

Una de las posturas más polémicas de Greer tiene que ver con la reexaminación de lo que es el abuso sexual. Para ella, la violación debe ser eliminada como crimen.

"No hablo de hacer el asalto sexual legal", explicó. "El crimen actual de violación viene del Medioevo, cuando las mujeres eran raptadas de sus hombres. Ese concepto ya no lo tenemos que aceptar".

Ahora, dilucidar lo que realmente pasó gira en torno al consentimiento, dice Greer.

"Eso quiere decir que hay una narrativa de parte de la mujer y una narrativa de parte del hombre y, por lo general, un jurado debe decidir a cuál de los dos creerle", opina.

Según la feminista ese proceso "no funciona, mientras tanto hay un trato cruel e indiferente hacia las mujeres que es universal y muy dañino para su autoestima".


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