La tendencia creciente en ciudades y poblados suizos de introducir toques de queda para los menores de 16 años está causando enojo y frustración entre los adolescentes del país.
Las autoridades locales afirman que la medida es necesaria para evitar el ruido, la basura y el vandalismo, muchos de los cuales, dicen, son resultado del consumo de alcohol entre los menores de edad.
La ciudad turística de Interlaken se convirtió en la primera localidad que estableció un toque de queda en 2006. Hoy, el oficial de policía comunitaria Hans Peter Buhlmann afirma que la medida ha sido un enorme éxito.
"Aquí era donde estaba el problema" dice señalando un parque enorme en el centro de la ciudad.
"En el verano es muy hermoso, se pueden ver los Alpes, y mucha gente viene, se sienta y bebe cerveza".
El problema, al parecer, es que los residentes de Interlaken se sentían ofendidos al ver y escuchar a los adolescentes bebiendo alcohol en el parque en las largas noches de verano.
"En todas las ciudades se pueden ver adolescentes y jóvenes bebiendo cerveza u otras cosas", explica el oficial Buhlman, "pero está claro que eso no nos gusta en Interlaken".
Ilegal
"No es necesario un toque de queda. Y de cualquier forma, deberían ser los padres quienes deciden, no el consejo de la ciudad. Esta ley sólo creará nuevos problemas"
Adolescente suizo
De hecho, beber alcohol antes de los 16 años ya es ilegal en Suiza. Pero Interlaken decidió que eso no era suficiente y que se necesitaba una medida adicional: después de las 22:00, se prohíbe que los menores de 16 años salgan de sus casas.
Sólo pueden salir si están acompañados de sus padres.
Interlaken indica que se ha visto una marcada reducción en el ruido y vandalismo nocturno desde la introducción de la medida y desde entonces otras localidades también la han impuesto.
"Ya es una tendencia", afirma Felix Graf, del Partido de la Juventud Socialista.
"Creo que es muy peligroso para los jóvenes que desean hacer cosas pero los mayores lo están impidiendo y prohibiendo. En toda Suiza es el mismo problema".
Ahora, sin embargo, los jóvenes se están resistiendo.
La rebelión de Kehrsatz
Cuando Kehrsatz, una pequeña ciudad cercana a la capital Berna se convirtió este año en la comunidad más grande que introducía el toque de queda, los adolescentes locales se enfrentaron a temperaturas bajo cero para organizar una fiesta al aire libre después de las 22:00.
"Creo que no es justo", dice una joven de 15 años. "Muchos de nosotros tenemos amigos mayores de 16 y queremos salir con ellos. ¿Por qué debemos irnos a casa justo cuando está comenzando la diversión?".
Y otro adolescente agrega que "no es necesario un toque de queda. Y de cualquier forma, deberían ser los padres quienes deciden, no el consejo de la ciudad. Esta ley sólo creará nuevos problemas".
Las autoridades han contratado a empresas privadas para vigilar el toque de queda.
En Interlaken, a pesar de que las autoridades afirman que los adultos están satisfechos con el toque de queda, muchos padres tienen dudas.
"¿Qué ocurre si uno de mis hijos llegará del cine o del entrenamiento de fútbol después de las 10 de la noche?", pregunta una madre. "¿Lo arrestarán?".
Pero otra madre afirma que "es básicamente justo si desean evitar el ruido y el grafiti. Se trata de equilibrar los derechos con las responsabilidades".
De hecho, el arresto es poco probable porque en la mayoría de las ciudades con toques de queda la policía no los ha puesto en vigor activamente. Las autoridades han preferido emplear a empresas de seguridad privadas.
Una de estas compañías que trabaja en Kehrsatz es Broncos Security, que tiene sus orígenes en un club de motociclistas con el mismo nombre.
Sus empleados tienen poder para sujetar e incluso esposar a los jóvenes.
"Hablamos con los jóvenes" explica el gerente de la compañía Roland Steiner. "Les preguntamos qué están haciendo, dónde lo están haciendo, si tienen alcohol, cuántos años tienen, y les pedimos su identificación".
"Y por lo general nos responden porque nos acercamos amigablemente. Sólo cuando se nos provoca imponemos un límite y si sobrepasan ese límite debe haber un fin".
¿Cuál es ese fin exactamente? Bajo la ley suiza, después de sujetar o esposar a un joven, los Broncos deben llamar a la policía.
"Me parece que es una pérdida de dinero del contribuyente emplear a guardias de seguridad para imponer un toque de queda general", dice un padre.
"Si existe realmente un problema de ruido o vandalismo, deberían identificar a los culpables y tratar con ellos de forma individual".
Lugares de reunión
Muchos creen que los problemas de ruido y vandalismo son causados por el consumo de alcohol entre jóvenes.
Y los adolescentes suizos también se quejan de que el verdadero problema es la falta de espacio para los jóvenes. La mayoría de los clubes están prohibidos para los menores de 16 o simplemente son demasiado costosos.
Es por eso que, tal como dicen los adolescentes, muchos de ellos deben socializar en el exterior, especialmente en verano.
Muchos sospechan que la medida es un deseo de regresar a la Suiza de antaño, donde cada cosa tenía su lugar y las reglas se obedecían.
Pero Suiza en el siglo XXI es muy distinta. En junio pasado, una fiesta callejera improvisada en Berna, llamada Tanz dich Frei (Baila con Libertad), atrajo a más de 25.000 jóvenes que bailaron en las calles toda la noche.
"Fue una manifestación para más espacio y más libertad para los jóvenes", dice Felix Graf. "Un indicio muy claro de que no queremos nuevos toques de queda".
Este verano boreal habrá otro Tanz Dich Frei. Y también se están planeando más toques de queda.