1.- Ser realista es ver y analizar las cosas tal como son, de manera objetiva, al margen de idealismo y cualquier romanticismo.

2.- La persona que vive de realidades, hace sus razonamientos con sensatez, tomando en consideración lo real, nada de especulación, hipótesis o suposiciones.

3.- Decir las cosas tal como son, aunque no sean del agrado  y conveniencia de quien las expone, es ser sincero, y de ninguna manera puede  interpretarse como frustración, ni echar por tierra la manera de pensar, los ideales.

4.- Los hechos son los hechos y no se derriten, aunque choquen con los deseos de quienes quisieran que fueran de otra clase o aspecto.

5.- La realidad dominicana está  muy presente, como cierta, real, tangible. Nuestro país es algo existente, concreto, nada imaginario, supuesto o fabulado.

6.- Un análisis en el orden político y social que se haga sobre el país, debe partir de lo que es y no de lo que quisiéramos que sea. No suponer, ni presumir.

7.- Las ideas y conceptos expuestos en los párrafos anteriores tienen como objetivo concretizar lo que desarrollamos y aclaramos a continuación.

8.- Aquellos jóvenes que comenzaron a incidir en la lucha política nacional dominicana, en los primeros años de la década del 60 del siglo pasado, con auténticos ideales renovadores, los que todavía viven, ya no podrán ver realizado su ideario.

9.- Ahora, el accionar político dominicano está estructurado por las clases dominantes, con una sistematización que hace imposible, con propuestas decentes y liberadoras, llegar a las masas populares.

10.- Las mujeres y los hombres del pueblo están cautivados por la politiquería clientelar, que neutraliza el mensaje de verdaderas transformaciones.

11.-  La ausencia de conciencia social, sostenida en principios y normas, hace posible la prostitución de la política, algo semejante a la degradación de que somos testigos aquí.

12.- La generación del 60, no está hecha para la política del descaro, el cinismo, la desfachatez, el boquifresco, la depravación y, en general, la desvergüenza.

13.- Hoy no están aquí las fuerzas motrices, políticas y sociales, con condiciones para resolver, dándole un giro contrario al orden social actual, y crear otro conveniente a la mayoría de la población dominicana.

14.- Lo que sí es posible alcanzar es que no siga la situación del país como hasta ahora, logrando conquistas para hacer menos mala las condiciones de vida de los que son más, el pueblo que carece de lo indispensable para una existencia digna.

15.- Lo estupendo sería dirigir nuestros pasos a quitarle el control del Estado a la minoría nacional que lo disfruta a todo dar, de manera burlona.

16.- Por ahora, la brega política y social debe estar orientada, por la gente buena del país, a lo que es posible lograr con el material humano interesado en una vida mejor en lo económico y social,  así como adecentar el medio donde estamos viviendo.