SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Semana Santa o Semana Mayor, indudablemente es una de las celebraciones tradicionales de la vida cristiana y de las iglesias cristianas, desde la católica hasta todas las derivaciones de las evangélicas, pasando por la anglicana y la episcopal.
Sin embargo, esta conmemoración solemne del cristianismo, se ha desvirtuado debido a la promoción y comercialización de la Semana Mayor. Según el pastor de la Iglesia Evangélica Dominicana, Gerson De la Cruz, la festividad se ha transformado, convirtiéndose en un espacio de excesos y de desenfreno.
Según la concepción religiosa, esta celebración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret, que inicia con el domingo de Ramos y finaliza con el domingo de Resurrección, debe ser un período de intensa actividad litúrgica dentro de las distintas manifestaciones cristianas.
En palabras del ministro, “este tiempo debe ser utilizado para hacer un alto y valorar el sacrificio de Cristo, de acercarnos a Dios, pensar en nuestras vidas y nuestras familias. No es un tiempo de bebentina, ni francachela. Es un tiempo de Dios y de la familia”.
Aunque reconoce la importancia del acercamiento familiar y el descanso de forma moderada, el pastor Gerson De la Cruz, critica la secularización y mercantilización de la Semana Santa, por lo que mantiene un llamado a la calma y la reflexión durante el asueto, recordando la necesidad de reconectarse con los valores cristianos.