SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Las mujeres que viven con el VIH continúan enfrentándose a importantes retos relacionados con sus opciones reproductivas. En República Dominicana muchos de sus derechos son violentados, tanto cuando sus embarazos son deseados como cuando no los son.

Las mujeres VIH-positivas continúan teniendo necesidades insatisfechas de salud reproductiva, afirma Víctor Terrero, director del Consejo Nacional de VIHSIDA, quien indica además, que la falta de conocimiento en el personal de salud sobre el tema lesiona aun más la situación porque no saben orientar a los pacientes.

Y es que se han denunciado casos en que mujeres VIH-positivas han sido forzadas o se han sentido presionas por profesionales de la salud para abortar.

Un caso reciente es el de Ruth, una joven de Azua, que a los 17 años le practicaron un aborto y luego fue esterilizada en un hospital del municipio de Peralta por ser seropositiva y, de acuerdo a las autoridades del CONAVIHSIDA, caso como este son recurrentes en el país, pero no existe una logística para que las victimas de estas violaciones puedan hacer la denuncia.

Es ahora cuando se tiene en proyecto abrir una línea exclusiva para que las personas que conviven con esta condición de salud puedan hacer las denuncias una vez les hayan violentado algún derecho. La misma tendrá una metodología para dar seguimiento a todas las denuncias, las cuales estarán bajo control de un equipo que orientará a los pacientes para que sepan donde recurrir en determinados casos.

El director del CONASIHSIDA recuerda que diversos estudios ya han verificado que el triple cocktailantirretroviral, también conocido como terapia antirretroviral altamente activa puede ayudar a reducir el porcentaje de transmisiones

Terrero informó que ya hay un acuerdo con el Ministerio de Trabajo para que también de apoyo en este sentido. "Es decir: lo que se está creando es una plataforma para que el país entienda que hay una población seropositiva que necesita tener los mismos derechos y deberes como todo ciudadano".

En el caso de Ruth, se le violentaron unos 10 derechos contemplados en la Ley 135-11 de VIH y SIDA.

Al iniciar los chequeos en el hospital municipal de Peralta, la joven no contó con una atención integral en salud, tal y como se contempla en el Capítulo III del Estatuto, sobre los derechos de las personas que viven con VIH o con SIDA, que dicta en su artículo 4 que: Toda persona tiene derecho a recibir servicios de consejería y/o servicio de salud mental, atención médico-quirúrgica y asistencia legal, social y psicológica (…) y pruebas para el monitoreo de la condición de salud.

Seguido de esto, el artículo 5 establece: Toda persona tiene derecho a contar con información exacta, clara, veraz y científica acerca de su estado de salud, por parte del personal profesional y técnico calificado. Otra de las quejas de Ruth, porque no recibió las orientaciones adecuadas cuando las necesitó.

Al igual que el director de CONAVIHSIDA, Víctor Terrero, la psicóloga y consejera de la Asociación Dominicana Pro Bienestar de la Familia (Profamilia), Ana Gloria García, consideró que es alarmante el panorama actual.

Ambos coinciden en que en inúmeras ocasiones en centros médicos se esteriliza a las pacientes jóvenes sin autorización de los familiares salvo casos en que se consulte al marido.

"Este caso de Ruth es patético. Es una violación infraganti a los derechos sexuales y reproductivos de esa joven, además un desconocimiento de los médicos en sentido general. Porque todos deben saber cómo se transmite el VIH. Hoy día hay procedimientos medicamentosos que evitan la transmisión materno-fetal", explicó Víctor Terrero.

Ana Gloria, por otro lado afirma que "la ignorancia y desconocimiento de un personal de salud para atender a un paciente con VIH o con SIDA es inconcebible. Por eso pienso que la educación es una clave para derribar barreras y prejuicios que permitan que más personas se hagan el test, que quienes estén diagnosticados puedan adherirse a los tratamientos adecuados, sin ser estigmatizados y discriminado".

Profamilia  tiene el programa de Atención a Personas viviendo con VIH-SIDA, cuyos usuarios reciben terapia antirretroviral.

Para hacer frente a la situación, CONAVIHSIDA dirige un Programa Nacional de Prevención Vertical en los niños de madres seropositivas, en la que una mujer puede tener tres, cuatro, cinco niños sin contagio, si se hacen los procedimientos de lugar.

Ramón Acevedo, miembro de la Red Nacional de Personas que Viven con el VIH SIDA, identificó violaciones en otros derechos como ensayos clínicos que no respetan la integridad o autonomía corporal de la mujer y prácticas discriminatorias en servicios de salud, mismos que han sido señalados en 2012 por ONUSIDA y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y que fueron recogidos por el portal IPAS (Protegiendo a la Salud de las Mujeres, promoviendo el respeto de sus derechos reproductivos), en una análisis situacional.

Otros derechos contemplados en la Ley 135-11 que les fueron violados a Ruth son los relativos a la No discriminación y al trato digno, establecido en el artículo 10; Derecho a la confidencialidad, artículo 13; Derechos reproductivos, artículo 17; Confidencialidad de los resultados de la prueba, artículo 54; el artículo 57, sobre Manejo de los resultados de la prueba en mujeres embarazadas.

Además, el artículo 67 que refiere a la Consejería y apoyo emocional; derecho de confidencialidad, artículo 77 y el artículo 92, sobre Prácticas discriminatorias o estigmatizantes en el ámbito público.

El panorama actual refleja que a pesar de que las mujeres tengan, en principio, los mismos derechos en materia de sanidad que las demás, ellas son frecuentemente víctimas de la discriminación, porque casi a nivel general los trabajadores sanitarios no saben cómo comportarse con las mujeres seropositivas y les aconsejan con regularidad a no tener hijos para evitar que su estado de salud se agrave o les incitan a llevar el embarazo hasta el final y a no tener más hijos, a causa del riesgo que el aborto representaría para sus vidas.

El director del CONASIHSIDA recuerda que diversos estudios ya han verificado que el triple cocktail antirretroviral, también conocido como terapia antirretroviral altamente activa puede ayudar a reducir el porcentaje de transmisiones verticales, acercándolo a la cifra de cero. "Hoy sabemos que se puede evitar la transmisión vertical con un buen plan de reproducción asistida, junto al debido cuidado prenatal", enfatizó Víctor Terreo.

Es por esto que entidades que trabajan en esta área apelan a la promulgación de leyes que garanticen los derechos sexuales y reproductivos, como el derecho al acceso independiente a la información y a los servicios de salud reproductiva, así como a los métodos anticonceptivos, incluido el aborto legal y seguro y la libertad de elegir entre esos medios, el derecho a decidir el número de hijos.

Víctor Terrero, también ex diputado del Partido de la Liberación Dominicana, donde fungió además como presidente de la Comisión de Salud de la Cámara Baja, entiende que en República Dominicana hay que legislar necesariamente para que hayan unos derechos sexuales y reproductivos que les permitan a las mujeres disfrutar de una salud sexual plena, tal y como ocurre en países desarrollados.

A través de la Comisión de Salud, el CONAVHISIDA depositó una propuesta a la Cámara de Diputados de un anteproyecto de ley de salud sexual y reproductiva, que aun espera por su conocimiento.

El VIH/SIDA prevalece en jóvenes y edad reproductiva

De acuerdo a los resultados de las estimaciones del año 2011, al menos 44 mil 234 dominicanos viven con VIH, de los cuales 38 mil 628 se encuentran en edades comprendidas entre los 15 a 49 años, lo que representa una prevalencia de 0.71 por ciento en esta población.

El Informe de Estimaciones y Proyecciones de Prevalencia de VIH y carga de enfermedad (201) indica que en el país no existen estudios específicos sobre alimentación de reemplazo o lactancia materna en mujeres VIH positivo. Sin embargo, las graficas estadísticas revelan que hasta la fecha 22 mil 557 mujeres con edad entre los 15 a 49 años viven con VIH y que en general, es la población joven la que enfrenta un continuo riesgo de infección, además de que la infección está aumentando en la población femenina, lo que se traduce en muchos países en un aumento en el número de casos pediátricos, debido a que en lo general estás mujeres se encuentran en edad reproductiva.

Según el Protocolo Nacional de Atención todos los lactantes que tengan entre seis semanas y un año de edad, nacidos de madres positivas, deben recibir profilaxis antirretroviral, independientemente del recuento o el porcentaje de células CD4 o de su situación clínica.

En la actualidad, 1, 063 niños de 0 a 14 años requieren de AVR y según las estadísticas, la curva es creciente.

“Saber que no seré madre por ser seropositiva es algo muy fuerte