SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Durante meses, los ciudadanos que transitan por la Avenida del Puerto han visto con intriga la permanencia del barco Ola Esmeralda.
En torno a este crucero de matrícula venezolana gravita una serie de incógnitas, que incluyen una historia que va desde su antigüedad y usos diversos hasta el presunto fraude en el que está involucrada la empresa propietaria del buque, la cual –al parecer- se ha esfumado sin dar pistas de su paradero.
De esta manera presentó la periodista Nuria Piera un reportaje sobre el barco que lleva atracado en el Puerto de Santo Domingo desde el mes de octubre del año pasado.
Amaury Romero, director de Operaciones Sans Souci Port ofreció al programa Nuria-Investigación periodística, la siguiente explicación:
“El Ola Esmeralda llegó a finales de octubre del año pasado. Va a cumplir cuatro meses a finales de este mes”.
Nuria Piera explica que en septiembre de 2010, se anunció con bombos y platillos el nacimiento del Grupo Servicios Acuáticos de Venezuela (SAVECA), que se constituyó en la primera línea de cruceros de bandera venezolana.
El origen del barco
Indica que para constituir esta empresa sus accionistas compraron en 2009 el barco Ola Esmeralda, que combina el estilo de transbordador y crucero, a la compañía Fred Olsen Cruise Lines, con sede en el Reino Unido y de propiedad noruega,
La empresa noruega había comprado el barco en 1986 y la llamó “Príncipe Negro”. “Sin embargo, anteriormente este crucero, construido en 1966 en Alemania, operaba en el mediterráneo como transporte de carga, y luego fue remodelado para funcionar como crucero”, explicó Piera.
Detalló que de esta manera se convirtió en el primer crucero venezolano, con un valor que ronda los 20 millones de dólares. Explicó que el tamaño es relativamente pequeño (con 241 cabinas y capacidad para 474 pasajeros y 200 tripulantes).
“Según páginas marítimas online, en 2008, la empresa británica que operaba el barco lo desahució, debido a que supuestamente no contaba con los estándares de seguridad, pero SAVECA lo adquirió de todos modos. La empresa ofrecía un crucero por el Caribe Sur; Aruba, Curazao, Trinidad y Tobago y las costas venezolanas, zarpando del puerto de La Guaira, en Venezuela”, precisó.
Este es el barco que ahora está varado en aguas dominicanas. Amaury Romero, director de Operaciones de Sans Souci Port, explicó:
“Cuando llegó, vino en calidad de desmantelar, y luego pasaron unos meses; aparentemente no se llegó a un acuerdo con el comprador para el desahucie y el propietario del Ola Esmeralda. Luego, hace un mes aproximadamente, cambió el status del barco, y ahora está para reparación”.
Los responsables en Santo Domingo
La nave actualmente está bajo la administración de la agencia naviera Trans Marine, que se encarga de su traslado, de pagar la cuota al puerto y de realizar cualquier reparación; funge de representante del propietario en territorio dominicano.
El barco fue traído a República Dominicana para ser desahuciado, pero –por razones desconocidas- no se llegó a desguazar.
Wendy Rojas, de Operaciones Marítimas de Trans Marine, explica, no está segura de si el barco será desmantelado: “Eso es lo que no te sé decir. Pero sí, estamos que lo compren, que hagan lo que quieran con el barco… Tiene tanto tiempo eso aquí”. Por su parte, Amaury Romero, director de Operaciones Sans Souci Port , expone:
“El contacto de nosotros es la empresa naviera. Todo cobro, gestiones, todo se hace vía la empresa naviera. Nosotros nunca tenemos contacto directo con quién es el armador o dueño del barco”.
Hasta el momento se desconoce quién compraría el barco en República Dominicana para venderlo como material usado. Mucho menos se sabe quién lo trajo al país.
“Lo cierto es que la presencia de la embarcación ha generado distintas sospechas. Una es la que indica que ya agotó su vida útil y fue traída al país para ser desguazada. Y otra radica en que fue comprada por un supuesto chino para realizar una discoteca flotante”, comentó Nuria Piera.
Ante estas inquietudes, Amaury Romero, director de Operaciones Sans Souci Port, explica:
“No ha iniciado la reparación, pero -según nos comentan declaraciones informales- ahora ellos quieren rescatar el barco para ponerlo nuevamente a tirar pasajeros otra vez”.
La periodista Nuria Piera se preguntó para qué sería reparado el barco, si el 20 de noviembre de 2012 se anunció el cierre de Ola Cruise, filial de SAVECA que administraba el buque Ola Esmeralda.
“En ese entonces, no se dio a conocer los motivos del cierre, pero se supo que la nave no seguiría operando, sino que sería vendida como chatarra. ¿Por qué no se desguazó allá en Venezuela? ¿Por qué trasladarlo tan lejos?”, comentó Piera.
Por su lado, Gerardo Nieto hijo, de Trans Marine, se limitó a responder: “Yo no te puedo dar ese tipo de información, entiéndeme, porque no tengo autorización para eso”.
Los problemas en Venezuela
Según los datos obtenidos por Nuria Piera, se colige que la razón pudo ser alejar el barco de Venezuela.
“Y es que existe un lío mayúsculo en ese país. Según comprobamos, las denuncias en contra de la empresa dueña del barco, que está anclado en nuestro puerto, llueven. De hecho, portales en línea de diarios, como El Universal, de Caracas, hace mención de algunos casos. La compañía SAVECA está siendo demandada por estafa a cientos de personas por la venta de paquetes de viaje a bordo del crucero Ola Esmeralda, los cuales nunca se realizaron”, explica.
Cita que el 18 de octubre de 2012 El Universal publicó una carta a nombre de Beatriz Garrido Muñoz, donde se especifica lo siguiente: “Para el 22 de septiembre del 2012 tenía reservado y pagado un crucero de cuatro días a través de la embarcación Ola Esmeralda. Por razones que desconozco, el crucero no se llevó a cabo en la fecha prevista”.
Sin embargo, en la administración de Sans Souci no conocían del problema en Venezuela. Tampoco las autoridades dominicanas.
Amaury Romero, director de Operaciones Sans Souci Port, explicó:
“Nosotros les pedimos lo básico; inspecciones de casco, seguro y lo rutinario de una corta estadía en puerto. Pero no profundizamos a ese nivel de detalles”.
Según las investigaciones de Nuria Piera, hay decenas de casos de personas que piden el reembolso de su dinero. Tal es el caso de Adriana Díaz, quien el 22 de abril de 2012 narró en el diario El Universal que compró –en enero de 2012- un paquete para viajar en el crucero Ola Esmeralda, pero dicho viaje se suspendió por “mantenimiento técnico no programado”.
El crucero no operó efectivamente durante todo el año pasado, según testimonios publicados en la prensa venezolana, a pesar de que la empresa continuaba vendiendo ofertas de viaje. El valor de los paquetes iba de 1,200 a 6,200 bolívares (de 7,746 a 40,025 pesos dominicanos), por persona. SAVECA prometió la devolución del pago. Pero esto no sucedió. Aún cientos de personas esperan la retribución de su dinero.
Asimismo, los pasajeros que viajaron en el barco denunciaron -en su momento- algunas irregularidades, como paro de la nave por averías en el aire acondicionado, itinerarios retrasados, mal funcionamiento de las tuberías.
En un viaje a Aruba, el 31 de diciembre de 2011, los pasajeros quedaron varados, debido a que la empresa tenía una deuda con el Puerto de Aruba, y no le permitieron anclar.
Nuria Piera citó lo escrito por uno de los pasajeros que está demandando a la empresa que operaba el barco:
“Al menos mil pasajeros venezolanos vieron truncados sus anhelos por el deteriorado y pequeño crucero Ola Esmeralda y la agencia de viajes SAVECA, cuando no pudieron desembarcar en la isla de Aruba”…
Explicó Piera que intentó comunicarse y obtener una reacción de la empresa SAVECA, y su filial Ola Cruise, cuyas páginas web están caducadas, pero resultó imposible.
“De igual manera, les escribimos un correo electrónico a la dirección dada a los pasajeros estafados y divulgada en las denuncias públicas, y tampoco recibimos respuestas. Es evidente, que no hay dinero ni respuestas”, precisó.
Ante la insistencia de Piera, el señor Gerardo Nieto hijo, de la empresa Trans Marine, dijo: “De verdad, de verdad. Como yo me involucro con este tipo de cosas, yo no sé”.
Por su lado, Nuria Piera pudo comprobar que existe una sentencia de fecha 11 de junio de 2012, emitida por el Tribunal de Primera Instancia Marítimo, con sede en la ciudad de Caracas. Este tribunal dictó precisamente el embargo preventivo del Ola Esmeralda; medida que fue revocada por el mismo tribunal en octubre del año pasado, un mes antes de cesar sus operaciones. La compañía TERRA MARIS, C. A. demandó a la empresa propietaria del buque por resolución de contrato, daños y perjuicios (lucro cesante y daño emergente).
En la actualidad, el Ola Esmeralda, con su tripulación venezolana, está en el Puerto de Santo Domingo con conocimiento de la Marina de Guerra y de la Autoridad Portuaria Dominicana, quienes regulan las operaciones de esta nave en la terminal.
“Es evidente que alrededor de este barco existen muchas interrogantes. En Venezuela, cientos de viajeros están en espera de un reembolso; en Dominicana sólo sabemos que hay un barco en espera de ser vendido, recuperado o desguazado, mientras paga una alta cuota por estar atracado en puerto. El rumbo de este buque es incierto, y no hay una brújula que pueda orientarlo hacia su época de gloria. El tiempo lo determinará”, concluyó Nuria Piera.