SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Nadal Walcott, el más importante Icono de la cultura cocola en la expresión gráfica con sus dibujos blanco y negro, a pura tinta.

Walcot se despidió de la vida terrenal, como ya se ha dicho, este viernes 18 de junio dejando al patrimonio nacional artístico, una obra visual que desde su sencillez dúo tono lo hizo trascender internacional y nacionalmente como creador, pincel  en mano, que plasmó la vida cotidiana, los mitos y la cultura de su gente, los cocolos.

La obra de Walcot, que afortunadamente permanece como homenaje a lo simple y lo universal, a lo vivido desde la existencia de estos negros que supieron ser más que cortadores de la caña y los cantadores en inglés de las plegarias en las "churchas". Se fue con su sonrisa, su perseverancia estética. Con el gesto de creador de siempre. Una enfermedad insidiosa y crónica le consumió los huesos hasta la muerte.

Habida nacido en 1945 en el Ingenio Consuelo de San Pedro de Macorís, procedente de raíces venidas desde Saint Martin y las islas Saint Kitts hasta Nevis en el Caribe.  Pagó  muy  caro el tener ideas libertarias y un accionar político de contraste al autoritarismo imperante: encarcelado primero y  luego, durante siete años, exiliado en México, Estados Unidos y Europa.

Su resolución de diseño creativo giró, a pura plumilla, recreando las paradojas geométricas, la proyección naif de la perspectiva que hace que sus trenes transitan invariablemente sin vías y que sus figuras, casi exclusivamente masculinas, dejaran claras sus señales y sus no declaradas fantasías.

Con su plumilla erigió un universo aparentemente plano, pero visto con detenimiento, llevaba al espectador a un universo de detalles, de rincones gráficos a riesgo de ser inadvertidos si el espectador no era firme en la percepción de lo creado.

Autodidacta, tuvo su principal influencia en Holanda, durante su exilio, del artista gráfico Holandés M.C. Escher. Fue fundador de la Casa de la Cultura de San Pedro de Macorís, miembro de la Asociación de Artistas Finos de la República Dominicana, y fundador de la Asociación de Artistas Latinoamericanos de Quebec.

En un trabajo publicado en Acento el pasado primero de junio, Dagoberto Tejeda Ortiz, sociólogo e investigador fundamental de la cultura alternativa, le decía: “Nadal, amigo del alma, pintor de nostalgias, creador de leyendas, símbolo cocolo, patrimonio nacional, cimarrón de luces, hacedor de esperanzas, constructor de utopías, bandera de rebeldía y testimonio de libertad, te saludo con admiración, rabia y tristeza, lleno de recuerdos, sonrisas y nostalgia”